- Los alimentos integrales no engordan. La fibra no se digiere y contribuye a facilitar el tránsito intestinal, además contribuye a disminuir el índice glucémico de los alimentos que la contienen, por lo que el hambre tardará más en aparecer. No obstante, ningún alimento está compuesto íntegramente por fibra y ésta acompaña a hidratos de carbono que pueden acabar por engordarnos si no nos movemos lo suficiente para quemarlos.
- Si te haces vegetariano, pierdes peso. No necesariamente. Es cierto que las dietas con restricciones (cuando no puedes comer “de algo”) frecuentemente hacen que terminemos por comer menos y adelgacemos. No obstante, muchas personas ganan peso al hacerse vegetarianas y sustituir las carnes y pescados por otros alimentos mucho más altos en hidratos o con proteínas de menor calidad.
- No es bueno beber agua en las comidas. A no ser que tengas un problema digestivo que dificulte la digestión, puedes beber tranquilo mientras comes. El agua no contiene calorías y aumenta la sensación de saciedad, así que dejarás antes de comer.
- Puedes adelgazar a base de zumos detox. Se trata de una moda poco saludable. Por un lado, se realiza una dieta desequilibrada (muy baja en grasas, proteínas y otros nutrientes). Por otro lado, es posible que pierdas peso a corto plazo por su efecto diurético, pero lo vas a recuperar muy pronto. No pierdes grasa y puedes ganarla porque con los zumos y batidos ingieres muchas calorías sin apenas darte cuenta.
- Los productos “light” son más sanos. En primer lugar,basta una pequeña reducción de calorías para etiquetar a un producto como “light”. E incluso en los casos en los que el recorte calórico es drástico, suele hacerse a base de sustituir los azúcares naturales por edulcorantes y las grasas por otras de peor calidad. Además, actualmente se está estudiando el efecto sobre nuestro organismo de los productos endulzados artificialmente porque existen varios estudios que indican que pueden inducirnos a ganar peso aunque sean bajos de calorías. Lo mismo ocurre con los productos sin azúcares añadidos, generalmente diseñados para diabéticos, que muchas veces compramos pensando que engordarán menos. Basta leer la etiqueta para comprobar que las calorías que pierdes en azúcar las ganas en grasas poco saludables.
6 falsos mitos sobre las dietas
¡No adelgaza todo lo que parece!
