A mis casi 50 años habrá corrido más de 500 carreras populares. De las que peor marca he hecho habrá sido la de hoy en las Iberdola Bomberos de Madrid. Más de 1h 23 minutos para hacer 10 km. Y, sin embargo, he vuelto a casa con la seguridad de que pocas veces me ha compensado tanto madrugar para ir a una carrera.
Hoy he sido egoísta, positivo, pero egoísta. Junto a más de 100 personas más vestidos con la camiseta negra de “Egoísmo positivo” he participado en esta carrera que nace en la misma Puerta del Sol. Han sido 10 km para poner más a prueba al corazón que a las piernas, 10 km intensamente emocionantes, para comprobar que el running puede ser realmente una fiesta de la integración. No creo que se pueden olvidar las caras de felicidad de todas las personas que con sus sillas de ruedas formaban parte como uno más del pelotón de la Carrera Iberdrola Bomberos de Madrid (en la que por cierto hay que reseñar a esas bomberos que han corrido los 10 km con el traje que pesa casi 15 kilos de forma benéfica a favor del Albergue de San Juan de Dios).
Muchos habéis oído por primera vez hoy lo de “Egoísmo positivo”. ¿Qué hay detrás de esa marea de solidaridad que nos pone a todos a correr juntos? Pues para ir al origen hay que conocer a Alex y a Jesús.
A los 14 años Alex Parreño cambió el fútbol por el running. “Un día en el cole hicieron unas pruebas y vieron que valía para correr. Llegué a ser 4º España y campeón de España por equipos con la selección catalana”. Hasta que a los 18 años se fue a la mili y ya no volvió a correr hasta casi 20 años y 20 kilos más tarde. “Un día, tendría ya 35 años, me miré al espejo y no me gustó lo que vi. El regreso fue muy duro, tu mente sigue pensando en lo que bueno que eras corriendo y el cuerpo te devuelve a la realidad”. Después de un año currándoselo volvió a estar en los 36 minutos en los 10 km y en 2007 debutó en el maratón en Buenos Aires. “Yo siempre he sido un poco “cabra loca”, de correr sin mirar el reloj, sin estrategia. Y lo pagué. Pasé el Medio Maratón en 1h 16’ entre los primeros pero en el km 19 fue como cuando un coche gripa el motor. Mi mente mandaba la orden de correr pero las piernas no ejecutaban. Los peores 13 km de mi vida. Como anécdota un chico de Colombia me dio allí el primer gel de mi vida y me ayudo a entrar en 3h 18’”.
Fue en segundo maratón cuando descubrió el lado solidario del running. “Junto a mi compañero de trabajo Jesús Oliver queríamos hacer algo más en ese maratón, algo por alguien y contactamos con la Asociación de Padres con niños con cáncer infantil. Allí fuimos y cuando les dijimos que queríamos recaudar dinero para ellos nos preguntaron si teníamos algún caso cercano. Nosotros le dijimos que no, que no es necesario tener a alguien que te toque para moverte. Creamos “Correcon nosotros 1km”, vendíamos cada km y conseguimos recaudar 2700 €”.
Junto a Ricard Férnández, Alex y Jesús dieron la vuelta a Menorca corriendo siguiendo el Camí de Cavalls luchando por los afectados de la enfermedad de San Filippo y fue precisamente corriendo en la isla balear cuando surgió la semilla del proyecto Egoísmo positivo. “En una Cursa de la Mercé ví a tres hermanos entrar juntos en meta. Jordi iba en la silla y Didac y Toni empujaban. Me comentaron que desde que corrían con Jordi era feliz. Le pedí que me dejaran correr con ellos y así surgió de manera espontánea “Corre amb me” (“Corre conmigo”) y llegamos a ser un gran grupo este año en la Media de Barcelona. Con “Egoísmo Positivo” hemos querido afianzar este proyecto. Decimos que empujamos porque ayudamos a que estas personas con discapacidad se integren y sean felices pero también por egoísmo, porque a nosotros también nos hace sentirnos bien, y el egoísmo se convierte en positivo porque somos egoístas ayudando a los demás”.
Se estrenaron en la Cursa del Prat hace ya dos años. “Fuimos 10 personas en silla y más de 40 empujando. Nuestro objetivo es hacer felices a todos los que corren. Queremos demostrar que no estamos allí por un tema de pena, vamos a pasárnoslo bien, a ser un corredor más. Vamos con nuestro megáfono, cantando y animando a todos los que nos pasan”.
Han hecho ya un montón de pruebas, desde la Media de Barcelona a la Behovia-San Sebastián. Y hoy se han estrenado en Madrid con 20 sillas y 100 corredores (y no sólo había gente de Madrid, había gente llegada de Vitoria, Barcelona, Aranda y hasta una persona que había venido en avión desde Grenoble, al pie de los Alpes franceses).
Alex nos dice que “siguen contactando con los centros para ofrecer a personas con discapacidad para que se unan al movimiento y también captando a corredores que les haga ilusión empujar las sillas. Queremos normalizar una situación que no es normal, que llegue un día que nadie nos mire raro, que todos corremos juntos. ¿No van a venir simplemente porque va en una silla de ruedas cuando son felices cuando corren?”.
Podéis concoerles mejor y entrar en contacto con ellos en www.egoismopositivo.com