Lo primero no debemos confundir los aparatos que miden la capacidad respiratoria (espirómetros) o los que están diseñados para fortalecer la musculatura respiratoria, con las máscaras de privación del O2. Los primeros son de uso médico y valoran la capacidad pulmonar pudiendo servir para entrenar las fases de inspiración, apnea y espiración. Los espirómetros de entrenamiento permiten graduar la dificultad de la entrada y de la salida del aire buscando con ello fortalecer la musculatura respiratoria y rehabilitar al paciente con enfermedad respiratoria. Estos aparatos con una finalidad terapéutica son muy útiles en la rehabilitación pulmonar, bien sea después de periodos de hospitalización o al padecer enfermedades respiratorias que debilitan la musculatura.
Fundamento distinto son las máscaras o dispositivos que privan de la normal entrada del aire por las vías respiratorias y que se venden para ser usados durante la realización del deporte, argumentando beneficios como que mejoran las prestaciones de la difusión de gases en los alveolos pulmonares o que mejoran el transporte de oxígeno y por ello se les supone mejora del rendimiento. Pues va a ser que no. Estas máscaras se basan en privarte la cantidad de aire con el oxígeno necesaria para realizar el ejercicio físico, lo que en sí mismo puede llegar a considerarse un atentado contra la salud. Les atribuyen infinidad de beneficios equiparables dicen al entrenamiento en altura y esto no es cierto.
La eritropoyetina es la hormona que aumenta la producción de glóbulos rojos en sangre y se estimula con la hipoxia, que es la disminución de la presión parcial de oxígeno algo que se produce a determinada altura, pero solo si se permanece durante semanas. Esto es, los glóbulos rojos no van a aumentar, ni la EPO se va a estimular por privar la cantidad del O2 durante unos minutos al día. Conseguir mejoras en el transporte de oxígeno y que estas tengan repercusión positiva en el rendimiento requiere entrenar y permanecer en altitud de forma constante más de dos semanas.
Las máscaras no reducen la presión parcial de oxígeno como ocurre por ejemplo a 2000 m. de altitud, sino que reducen y dificultan la cantidad de aire que entra en tus pulmones, con lo que usarla en los entrenamientos no va a lograr incrementar el hematocrito, ni generar cambios o mejoras en los valores sanguíneos, ni respiratorios*. Para fortalecer la musculatura respiratoria están los espirómetros de entrenamiento, pero los triatletas al entrenar la natación y tener que respirar contra la presión hidrostática, ya logramos fortalecer la musculatura respiratoria de una forma natural.
- Efecto del uso de la máscara de elevación de Formación sobre la capacidad aeróbica, la función pulmonar, y variables hematológicas. Porcari et al. 2016. J Med Sci Sports.