Cómo saber las zapatillas que necesitas para correr

¿Son las zapatillas de placa de carbono para todos los corredores o pueden ser perjudiciales para algunos?

Cristina Azanza

Si echamos una mirada hacia atrás, podemos observar como las mejoras tecnológicas más importantes en los últimos años en la industria del corredor son, por una parte las destinadas a monitorizar nuestros entrenamientos: medidores de frecuencia cardíaca, gps, dinámica de carrera, potenciómetros,… y por otra la industria del calzado. La aparición del running popular orientó la tecnología del calzado a dotar a nuestras zapatillas de elementos que pudieran minimizar el riesgo de lesiones, mayor amortiguación, drop, control de la estabilidad en la pisada,… La siguiente evolución se orientó al rendimiento con las zapatillas “voladoras” con una gran reactividad y un peso más que liviano. La última revolución han sido las zapatillas reactivas, donde una gran parte de la fuerza del impacto es devuelta por la zapatilla aliviando a nuestra musculatura de una parte del trabajo del impulso. Tantas evoluciones y revoluciones, nos invitan a pensar que, hoy en día, existe un tipo de zapatilla para cada tipo de corredor.

Las zapatillas son la parte fundamental de la equipación de un corredor, la que más influye en el rendimiento, en positivo, y en negativo, una elección poco apropiada o errónea puede aumentar el riesgo de lesión, al margen de que no nos permita disfrutar de nuestra experiencia como corredores. Cualquier modelo de zapatilla se divide en tres partes:

  • Upper: tejido o malla que se encuentra por encima de suela de goma, tiene una parte interna que está en contacto con el pie y que es la responsable de la comodidad, y una parte externa que está en contacto con el entorno y es la responsable de la durabilidad.
  • Media suela: parte interna de la suela de goma que es la responsable de la amortiguación, de la estabilidad y de la reactividad de la zapatilla y donde más novedades tecnológicas se han añadido en los últimos años, desde cámara de aire, tipo de goma o placas de carbono.
  • Suela: parte de zapatilla que está en contacto con el suelo, es la responsable tanto del agarre de ésta, como de su durabilidad.

Un elemento distintivo y que ha cobrado mayor interés en los últimos años es el Drop, que aunque no es una parte más de la zapatilla sino un detalle biomecánico de vital importancia, condiciona la técnica y la musculatura que más implicamos en la carrera.

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TIPOS DE ZAPATILLA

  • Entrenamiento (rodadora): tipo de zapatilla donde prima la estabilidad, amortiguación y durabilidad, sobre el rendimiento puro (reactividad y ligereza), ideal para entrenamientos largos a ritmos fáciles
  • Mixtas: son zapatillas que muestran compromiso entre la comodidad (amortiguación) y el rendimiento (reactividad y peso), para utilizar en entrenamiento exigentes y competiciones de media y larga distancia.
  • Competición: priman una reactividad alta (puede incluir placa de carbono) y son más ligeras, sin embargo, la durabilidad es baja, porque tanto upper como suela son de material ligero y menos resistente y suelen requerir técnica adecuada y un peso del corredor liviano.
  • Pista: zapatillas con clavos de alta reactividad y baja estabilidad, específicas para competiciones en pista y/o trabajo técnico: modificar tipo de pisada.
  • Trail: zapatilla donde prima el agarre y la durabilidad (suela de tacos) sobre el rendimiento.

 

ASPECTOS A TENER EN CUENTA A LA HORA DE ELEGIR ZAPATILLA

Cuando decidimos comprar una zapatilla, antes de cualquier otra consideración sobre las características básicas de las misma, en primer lugar, es conveniente mirar para nosotros mismos y hacernos tres preguntas básicas:

  • ¿Qué tipo de corredor soy? La primera variable son nuestras medidas antropométricas y peso, dependiendo de este último, tenemos que buscar mayor estabilidad y amortiguación, al menos en rodajes largos. El volumen semanal también marcará la elección del calzado de uso diario
  • ¿Qué tipo de uso le voy a dar a la zapatilla? La primera disyuntiva es asfalto o tierra, para buscar una suela adecuada, la segunda es distancia y ritmo medios a lo que suelo correr para elegir el calzado más adecuado, según su uso.
  • ¿Cómo es mi técnica de carrera? El tipo de pisada terminará por definir mi mejor zapatilla, si tenemos una pisada neutra, con apoyo de mediopié, una zapatilla reactiva potenciará mi técnica, si por el contrario el apoyo es alejado del centro de masas y de talón, buscaré zapatillas con mejor amortiguación y estabilidad. Aunque algunas zapatillas favorecen una técnica determinada (por ejemplo, bajo drop, mayor cadencia y apoyo mediopié) es más realista mejorar nuestra técnica, que esperar que la zapatilla mejore nuestra pisada.

PLACA DE CARBONO, ¿ES LA PANACEA PARA CUALQUIER CORREDOR?

Desde la aparición estelar de las zapatillas con placa de carbono impulsadas por el reto deportivo y de marketing del breaking 2h calzadas por el inigualable Eliud Kitchoge, el mercado se ha llenado de zapatillas con esta tecnología y todas las marcas han sacado su modelos específicos, de tal forma que no sólo corredores de élite (que buscan rendimiento como principal premisa) sino mucho populares de todos los niveles han seguido sus pasos con el reclamo de la mejora de sus marcas, y se han adaptado a este calzado, sin pensar si este calzado se adapta a ellos.

Realmente, lo que dice la ciencia en los diferentes estudios que se han realizado objetivan una mejora en el rendimiento, que podría ser de unos 30 segundos en un  5Km, y 2-3 minutos en una maratón, pero existe un sesgo en estos resultados, ya que  todos los estudios se han realizado con corredores de alto nivel, los cuales, en la mayoría de los casos, no sólo poseen cualidades físicas por encima de la media, sino también una técnica que se ve favorecida por la reactividad de este calzado. Si atendemos a los parámetros que modifica la media suela con placa de carbono encontramos que:

  • Mejora la economía de carrera, a un ritmo dado, disminuye el coste energético
  • Disminuye el tiempo de contacto, es decir, la transición apoyo/impulso
  • Ayuda a aumentar la cadencia
  • Disminuye la fatiga muscular (lo cual permite mejor recuperación y entrenar más intenso antes).

No obstante, invertir en mejorar tu técnica siempre es más rentable que las zapatillas hagan este trabajo por ti.