Muchos ciclistas no habituales, que no usan pedales automáticos y calzado específico de ciclismo, sufren una inflamación por sobrecarga de las cabezas metatarsianas, zona que coincide exactamente con la almohadilla del pie. Esta zona que se coloca justo encima del pedal es en la que se transfiere la fuerza de forma más eficaz. Pero es importante que si pedaleamos con frecuencia lo hagamos a través de una superficie homogénea y rígida y para ello no hay nada como unas zapatillas específicas de ciclismo. Frente a las de atletismo que son flexibles, las de ciclismo son rígidas lo que permite una óptima transferencia de la fuerza a lo largo de toda de la estructura del pie a las cabezas metatarsianas y de ahí al pedal.
En el caso de las zapas de atletismo la suela es blanda para amortiguar los impactos, y esto a la hora de pedalear es un inconveniente. El hecho de hacer una actividad de cierta exigencia con un calzado inadecuado puede producir lesiones por sobre solicitación al no ofrecernos la protección necesaria.
Estas molestias se deben a la inflamación de una zona de espacio reducido lo que comprime los nervios que pasan entre las cabezas de los huesos del metatarso, llegando a veces a ocasionar verdaderas neuropatías por atrapamiento.
A veces es característico sentir al caminar como si se tuviera una “chinita “ clavada en el pie y es muy frecuente que se ubique como dices a la altura del 3º y 4º metatarsiano. Pero pienso que la causa de tus molestias se deben no tanto a usar zapas de atletismo para pedalear, sino porque te las hayas apretado en exceso o porque tu pie se desplome hacia el interior del pedal (pronación). El movimiento de pronación es muy frecuente en ciclistas, altera la distribución de la presiones en la almohadilla impidiendo que sea homogénea lo que causa sobrecargas metatarsales.
El tratamiento más acertado en un principio sería la crioterapia, bien aplicándote hielo en la zona o sumergiendo el pie en agua helada. Para controlar la pronación lo mejor es hacerse un análisis biomecánico de tu posición y patrón de pedaleo. Si tu pie no está estable sobre el pedal, necesitarás unos sencillos correctivos a modo de cuñas que se colocan bajo la plantilla de la zapatilla. Estas cuñas servirán no sólo para estabilizar tu pie en la zapatilla permitiendo con ello una distribución homogénea de las presiones, sino que además mejorarán la alineación de tus piernas y tu pedaleo será más eficiente.