Desde luego no se le puede decir a Saucony que conmigo se hayan quedado cortos en agallas porque las tres zapatillas que he probado de la gama ISO y que por aquí habéis visto descritas tenían para mi diversas desventajas. La primera fue la Triumph, zapatilla de la que sus versiones anteriores no me habían enamorado. El resultado fue amor a primera vista. La segunda lo tenía aun peor, la Hurricane era una zapatilla que en su día me encantó (edición décima) pero que después me desilusionó bastante siendo objeto de mis críticas, y aun así también consiguió una altísima consideración. La última en pasar por mis pies, la Zealot, a priori por concepto es la que más fácil lo tendría para conquistarme pero tiene el gran inconveniente de ser la predecesora de la que para mi sigue siendo la zapatilla casi perfecta, la Cortana.
¿QUÉ ES LA ZEALOT?
Desde luego no es fácil buscarle un hueco a esta zapatilla en ningún nicho de mercado pero qué duda cabe que tiene que existir porque aunque rara es colosal. Ni siquiera si la buscamos encasquetar por tipo de pisada resulta fácil porque aun siendo neutra al igual que lo era la Cortana aporta un plus de estabilidad que la deja a medio camino entre una neutra y una pronadora. Por amortiguación desde luego es una zapatilla de entrenamientos con bastante holgura pero su peso inferior a 250 gramos y su agresivo dropp de 4 milimetros exigen mucho a quien decida calzárselas a diario para entrenar. Al menos eso sí podemos decir que tecnológicamente es una de las joyas de Saucony que no ha escatimado en nada para ofrecer una zapatilla que si se me permite es el resultado de una noche de pasión entre la Triumph y la Hurricane.
PLANTEL DE PRIMERA
Habitualmente con eso de que los corredores ligeritos no necesitamos tanta amortiguación las marcas escatiman en recursos para ofrecer zapatillas ligeras y con respuesta. Saucony ha querido darle una vuelta al concepto ofreciendo esa ligereza no a base de quitar sino de poner y no cualquier cosa, sino material de primera. Como su porpio nombre indica y como en parte responsable de su contenido pero encontramos la tecnología ISO en la parte superior. Por si no lo recordáis de las anteriores pruebas de Triumph y Hurricane la ISO es la nueva tecnología de Saucony aplicada al upper que consiste en un calcetin interior sin costuras al que recubre otro con tiras sintéticas independientes que garantizan no solo un agradable tacto interior sino que la zapatilla no se deforme en las distintas fases de la pisada ya que cada zona lo hace de manera individual cuando le toca. Si nos fijamos bien es más tupido que el de sus hermanas y tiene justo más refuerzos que una Triumph pero menos que una Hurricane dejando así el primer toque de esa combinación tan especial. En la media suela seguimos un poco el mismo camino pues aunque comparte con ambas el taqueado del talón en SRC y el Powergrid como principales referentes de amortiguación al igual que Triumph y Hurrinane entre si la Zealot ofrece un tacto singular. Si están pensando que de nuevo la Zealot tira por el camino de en medio han acertado porque en efecto es más firme que una Triumph pero menos que una Hurricane. Si no tuviera que compararla a secas diría que es de tacto medio-blando. En la suela ya vemos la diferencia más clara y quizás el lugar más propio donde gane personalidad pues lo hace con un dibujo agresivo donde además destaca el gran apoyo que tiene la zona media que curiosamente queda con la EVA expuesta. Lo que no se ve de la Zealot, el chasis, es otro punto que la distingue pues baja su dropp en 4 mm para ofrecer un punto más de agresividad y por el mencionado papel del medio pie se le da una relevancia a la zona que quizás una neutra al uso no tiene.
Y A CORRER CON ELLAS
Haciendo un símil automovilístico la Zealot es como una gran berlina con una potencia descomunal, es decir una zapatilla que sabe y puede rodar lento y dejarte dormido en un halo de dulzura y buenas maneras pero que saca lo mejor de si cuando nos echamos un pulso con el reloj o gps de marras. Puede tener una gran amortiguación y apoyo propios de una zapatilla de mucho empaque pero recordemos que son 235 gramos (solo 15 más de los que marca una Adidas Adizero Adios) y con un dropp de 4 mm tampoco es tan fácil dormirse en los talones, quizás para mí su punto débil porque resulta exigente con la musculatura. Curiosamente y debido a su amortiguación tampoco hablamos de una zapatilla nerviosa y que se mueva como pez en el agua a ritmos frenéticos pero sí que tremendamente efectiva en rodajes a ritmos altos o muy altos. Se percibe un gran apoyo en el medio pie que viene muy bien a pronadores, gente de pie cavo y como en mi caso plantilleros que siempre agradecen un puntito más de apoyo. Si somos un tanto alérgicos a tanto apoyo cuidado porque se deja notar y mucho y aunque tiene un tacto blando en la zona nunca podrás olvidarlo del todo. El upper recoge con contundencia pero con suavidad y da seguridad para negociar todo lo que venga incluso a esos ritmos y a pesar de un perfil algo generoso. La suela, como es tradicional en Saucony, es una delicia en tacto y agarre aunque por su agresivas líneas de flexión y trabajo de aligerado lógicamente sufre un cierto desgaste que en ningún caso es preocupante. Haciendo hincapié en el asunto del dropp he de decir que soy bastante escrupuloso y me gustan altos y si bien es verdad que con agrado recibiría la notica de una subida de 2-4 mm pero también es verdad que para tener 4 mm solamente es bastante llevadera.
Resumiendo podemos decir que la Saucony Zealot ISO es una zapatilla de alta carga tecnológica ideada para corredores de nivel medio-alto que busquen un modelo con mucha amortiguación y estabilidad pero con alta capacidad de respuesta.
Por Fernando Chacón
Gerente de Emotion Running Sevilla.
http://emotionrunning.com/
Prueba a fondo de las SAUCONY ZEALOT
Desde luego no se le puede decir a Saucony que conmigo se hayan quedado cortos en agallas porque las tres zapatillas que he probado de la gama ISO y que por aquí habéis visto descritas tenían para mi diversas desventajas. La primera fue la Triumph, zapatilla de la que sus versiones anteriores no me habían enamorado. El resultado fue amor a primera vista. La segunda lo tenía aun peor, la Hurricane era una zapatilla que en su día me encantó (edición décima) pero que después me desilusionó bastante siendo objeto de mis críticas, y aun así también consiguió una altísima consideración. La última en pasar por mis pies, la Zealot, a priori por concepto es la que más fácil lo tendría para conquistarme pero tiene el gran inconveniente de ser la predecesora de la que para mi sigue siendo la zapatilla casi perfecta, la Cortana.