Puede sonar a tópico, pero no es raro que a la tercera vaya la vencida. La lógica dice que la primera edición de una zapatilla la lanzas tal y como te llega la inspiración, escuchas qué tal va y mejoras los fallos en la segunda. Suele ocurrir que te pasas de corrección y en la tercera tienes que hacer una mezcla de ambas para dejar a todo el mundo conforme.
La New Balance Zante vino como le gusta a New Balance llegar cuando está probando algo, por la puerta de atrás. El Fresh Foam acababa de aterrizar y posiblemente hubiera dudas de cómo encajaría en una zapatilla rápida una media suela tan esponjosa y suave. Dado que tenían ya bastante prestigio con una gama de rápidas impresionante, si la cosa salía mal nadie se daría cuenta. Para colmo de males, el diseño de la primigenia Zante no era precisamente encantador y aun así triunfó.
Si con todo en contra la primera versión salió adelante, estaba claro que tenía ya el éxito asegurado. A pesar de su suavidad el Fresh Foam de la media suela demostró que se puede adaptar para dar mucha reactividad y aquella zapatilla era poco más que un misil capaz de acobardar incluso a sus hermanas de gama. Por aquello de, seguramente, no hacerse el harakiri llenando la colección de "leonas", New Balance dio a la segunda versión un aire más de zapatilla mixta que aun así tenía mucha mordiente. Esto le abrió las puertas a más atletas pero también trajo las críticas de quienes echaban de menos la explosividad de la primera.
La tercera edición de la Zante ha obligado a New Balance a tirar de toda la información que su programa de diseño Aramis va soltando. Como ya hemos visto en todos los modelos de la gama Fresh Foam se ha conseguido aumentar la reactividad, la suavidad, la estabilidad y la amortiguación. Para ello ha habido que hilar muy fino pero si nos fijamos bien en la media suela veremos que ciertamente se ha hecho, no hay un centímetro igual a otro.
PEQUEÑOS CAMBIOS, GRANDES MEJORAS
Decir que la Zante V3 viene plagada de cambios sería, aparte de mentir, la mejor manera de espantar a sus seguidores porque era casi perfecta. Lo que sí es cierto es que cuando tienes que mejorar algo tan bueno hay que apostar fuerte y la buena acogida del modelo ayuda a que New Balance haya puesto mucha carne en el asador. Así es la nueva Zante:
Suela: es la única parte de la zapatilla que no recibe cambio alguno. Hace bien todo y hasta que no haya algo mucho mejor no es lógico cambiarla.
Mediasuela: Protagonismo absoluto para el Fresh Foam que aunque en esencia sea lo mismo, gracias a unos pequeños cortes en la media suela estratégicamente consiguen que el resultado sea distinto. Por un lado son tan estables como la versión primera, tan cómodas como la segunda y reactivas como la primera. Es increíble como unas pequeñas fisuras pueden cambiarlo todo.
Upper: Es la parte que más ha cambiado y que se ve. Era seguramente la zona que más margen de mejora tenía pues aunque bien resuelto en lo que a prestaciones se refiere, tenía un aspecto un tanto retro. Como se suele decir no solo hay que ser bueno sino parecerlo. Tiran del Engineered mesh tan de moda en casi todos los modelos de todas las marcas. Sin costuras y con solo una tira de refuerzo en el medio pie se basta para lograr una sujeción de primera, mucha maleabilidad y por si la cosa se quedaba corta de comodidad un forrado interior acaba por rematarlo.
ZANTEANDO POR AHÍ
Con la Zante no se puede correr, se puede Zantear. Es algo distinto a todas las zapatillas, quien no sea capaz de puntear con unas Zante debería replantearse los juegos de mesa. Algo hay de especial en esta zapatilla que hace que correr de medio pie resulte fácil y sobre todo cómodo. Su drop es de 6 mm e invita pero también las tengo de cuatro y no es lo mismo. Quizás sea su horma curvada o su chasis puesto a punto a la perfección pero ciertamente y aun en distancias largas puedes moverte con unos apoyos agresivos sin sufrir apenas. Es curioso porque a pesar de ese torrente de respuesta, de estabilidad incluso en ningún momento dejan de ser cómodas. Pueden pasar en ese aspecto por zapatillas de entrenamiento pero con semejante respuesta es imposible. Están en 243 gramos, demasiado pesadas para ser unas rápidas y muy ligeras para ser mixtas pero si he de encuadrarlas en uno de los dos tipos sin duda las pongo con las rápidas.
En resumen podría recomendar las New Balance Zante V3 a atletas de pisada neutra o levemente pronadora que busquen una zapatilla con maneras de voladoras pero que ofrecen mucha protección lo que la dota de una gran versatilidad.
Peso: 243 gramos
PVP: 120 €
*Emotion running Sevilla (www.emotionrunning.com)
