En los últimos años, una nueva categoría de fármacos llamados «incretinas», y generalmente denominados agonistas del receptor de GLP-1, han revolucionado el tratamiento de la obesidad y la diabetes de tipo 2, ofreciendo beneficios significativos en cuanto a pérdida de peso y mejora del control glucémico. Sin embargo, existe cierta preocupación en cuanto a la posible pérdida de masa muscular asociada a estos tratamientos, con consecuencias importantes para la salud a largo plazo, como se ha publicado recientemente en la prestigiosa revista The Lancet, bajo el título Muscle matters: the effects of medically induced weight loss on skeletal muscle, donde se destaca cómo los agonistas de los receptores de GLP-1 han revolucionado el tratamiento de la obesidad y han demostrado ser eficaces a la hora de reducir el peso corporal. No obstante, los efectos relacionados con la pérdida de masa muscular son motivo de preocupación.
Pérdida de masa muscular con GLP-1
Estudios recientes indican que la pérdida de peso inducida por GLP-1 puede dar lugar a una reducción significativa de la masa muscular. En concreto, se estima que hasta el 40 % del peso perdido puede deberse a la pérdida de tejido muscular (Conte C, JAMA 2024), un porcentaje superior al observado con dietas hipocalóricas tradicionales o con el proceso de envejecimiento normal. Esta disminución de la masa muscular puede dar lugar a:
• Reducción de la fuerza física y de la funcionalidad muscular.
• Aceleración del proceso de envejecimiento.
• Empeoramiento de la obesidad sarcopénica, una enfermedad caracterizada por una masa grasa elevada y una masa muscular baja, asociada a peores resultados cardiovasculares y a mayor mortalidad.
La importancia del ejercicio físico
Si hasta hace poco no quedaba claro el papel del entrenamiento para combatir la pérdida de masa muscular inducida por los GLP-1, estudios recientes, como, por ejemplo, Sandstal et al., publicado en Cardiovascular Diabetology o Locatelli et al., publicado en Diabetes Care, han demostrado con claridad cómo la integración de un programa de ejercicio físico regular es fundamental para combatir la pérdida de masa muscular durante los tratamientos con GLP-1. En concreto, el entrenamiento de resistencia, y especialmente el entrenamiento de fuerza, ha demostrado ser eficaz para preservar y aumentar la masa muscular.
Este tipo de entrenamiento no solo ayuda a mantener la fuerza y la funcionalidad muscular, sino que también contribuye a:
• Acelerar el metabolismo basal.
• Mejorar la sensibilidad a la insulina.
• Promover un mejor control glucémico.
• Reducir un estado general de inflamación.
La importancia del ejercicio físico
Como ocurre con todos los programas de entrenamiento, un programa específico para mantener y desarrollar la fuerza es eficaz si incluye los ejercicios adecuados, si estos se realizan con la carga correcta y, sobre todo, si se hacen con regularidad.
Dado que los pacientes que toman GLP-1 suelen ser personas sedentarias y poco propensas a hacer ejercicio, la tecnología puede ofrecer una ayuda sustancial.
Beneficios a largo plazo
El mantenimiento de la masa muscular a través del ejercicio físico regular ofrece numerosos beneficios a largo plazo, entre los que se encuentran:
• Prevención de la sarcopenia: a medida que envejecemos, la pérdida de masa y fuerza muscular puede llevar a una discapacidad y reducir la calidad de vida. El ejercicio físico ayuda a prevenir o retrasar la aparición de la sarcopenia.
• Mejora de la salud metabólica: una mayor la masa muscular ayuda a controlar mejor los niveles de azúcar en sangre y a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas.
• Apoyo a la salud ósea: el entrenamiento de resistencia también tiene efectos positivos en la densidad ósea, reduciendo el riesgo de osteoporosis y fracturas.
Conclusiones
Aunque los GLP-1 representan un gran avance en el tratamiento de la obesidad y de la diabetes de tipo 2, resulta fundamental reconocer y abordar los posibles efectos secundarios, como la pérdida de masa muscular. La integración de un programa de ejercicio físico regular, especialmente el entrenamiento de resistencia, es crucial para preservar la masa muscular, mejorar la salud metabólica y garantizar una mejor calidad de vida, sobre todo en edades avanzadas. Debe animarse a los pacientes en tratamiento con GLP-1 a colaborar con los profesionales sanitarios para desarrollar planes de ejercicio personalizados que satisfagan sus necesidades específicas. La tecnología ofrece una contribución de gran valor tanto a la corrección de los ejercicios como al mantenimiento del programa de entrenamiento a lo largo del tiempo.