Mujer

El deporte cuando llega la menopausia, ¿cambio mis hábitos?

Cada vez más mujeres afrontan la menopausia en plena forma física y mental. Esta etapa en la vida de las mujeres, por fin, se está normalizando y se cuenta con más información de calidad.

Sara Álvarez

2 minutos

El deporte cuando llega la menopausia, ¿cambio mis hábitos?

No obstante, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2, retención de líquidos o aumento de peso. Seguro que ya sabes que todos estos trastornos pueden prevenirse o aliviarse con un estilo de vida activo y hábitos saludables.

Si ya los sigues, seguramente te preguntas si debes cambiar algo al llegar a esta etapa o basta con seguir como hasta ahora. Te vamos a dar algunos consejos de salud que sirven para cualquier momento de la vida, pero que son especialmente importantes durante la menopausia.

El deporte cuando llega la menopausia, ¿tengo que cambiar?

Quiérete mucho

Del mismo modo que tu cuerpo cambió en la adolescencia o durante los posibles embarazos, tu cuerpo va a evolucionar en esta etapa. Tratar de mantener el mismo aspecto o las mismas marcas deportivas no es posible y obsesionarse con eso es muy negativo. Quiérete mucho tal cómo eres ahora: más fuerte, más sabia y más guapa que nunca (también por fuera).

Sigue haciendo ejercicio

Quizá tus marcas disminuyan, necesites más descanso que antes o algunos entrenamientos te cuesten más. No obstante, no te desanimes y lo dejes. Es más importante que nunca que te mantengas activa y realices ejercicio a la máxima intensidad que te sea posible. Más vale poco pero intenso, con buenas recuperaciones, que hacer a diario “rodajes" suaves de más de una hora. El entrenamiento de fuerza es fundamental para preservar tu masa muscular y prevenir la pérdida de masa ósea. Una mujer fuerte, que se mueve con agilidad, será una mujer joven por muchos años, incluso mucho después de la menopausia.

Continúa cuidando tu alimentación

Si no lo has hecho todavía, reduce el consumo de grasas saturadas, azúcares simples y sal. Eso incluye prácticamente todos los alimentos procesados. Aumenta las frutas y verduras, así como los alimentos con calcio, como los lácteos. Toma más alimentos ricos en omega-3, como pescados azules y nueces, que es especialmente importante en esta etapa porque previene los problemas cardiovasculares, y alivia síntomas depresivos y sofocos.

Visita a tu médico

Debes realizar con más frecuencia controles de azúcar, presión arterial y colesterol para detectar a tiempo cualquier problema. Puede también recomendarte suplementos alimenticios que pueden ayudarte o, en caso necesario, recetarte tratamientos. Recuerda que solo tu médico puede prescribir un tratamiento, que además debe ser totalmente personalizado, evita siempre la automedicación.

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