Entrevista a Eva Moral, triatleta sin límites

Entrevistamos a Eva Moral, campeona de España de Triatlón Paralímpico

Sara Álvarez

Entrevista a Eva Moral, triatleta sin límites
Entrevista a Eva Moral, triatleta sin límites

¿Qué pensaste cuando te confirmaron que no ibas a volver a andar?

En cuanto me caí por el cortado supe que tenía una lesión medular, porque no sentía las piernas. Lo primero que pensé fue en mi familia, en cómo lo iban a afrontar. Yo lo llevé bien desde el principio, me sentía afortunada por haber sobrevivido y el deporte me ayudó mucho.

¿Tu reacción ha sido mejor de lo que hubieras imaginado antes del accidente?

¡Sin duda! Siempre lo digo. Si me hubieran preguntado antes cómo iba a reaccionar si pierdo la movilidad de las piernas, hubiese dicho"prefiero morirme", porque yo siempre he sido muy activa y no podía imaginarme sobre una silla de ruedas. Pero gracias a Dios, tengo una vida estupenda, y puedo dedicarme a mi pasión, que es el deporte.
¿Has pensado en volver a ejercer como abogada?
Por supuesto, no quiero dejarlo. Ahora voy a estar una temporada dedicada a entrenar, y después volveré al Derecho, ¡sin dejar el deporte! Pero creo que voy a orientarme hacia el Derecho Deportivo, para ayudar a los atletas.

¿Qué ha sido lo más complicado en tu adaptación?

Todos los preparativos que me exige el día a día. Por ejemplo, antes ibas a correr para despejar la mente y era abrir la puerta y ya está. Ahora tengo que organizar el material, el coche, cambiar la silla… Y en lo que al deporte se refiere, sin duda lo más duro ha sido adaptarme a la natación. Ha sido como aprender a nadar de nuevo, usando solo los brazos y sin la ayuda del abdomen. Y eso que yo he nadado desde el primer momento, desde que cicatrizó la herida de la operación. ¡Me escapaba del centro de rehabilitación de Toledo, con mi padre, para ir a la piscina!

¿Cómo ha sido tu vuelta al triatlón tras el accidente?

Empecé con la bici, porque la silla de atletismo me costó conseguirla, es muy cara y también es muy técnica, por lo que es difícil de manejar. Afortunadamente, me ayudó mucho Rafa Botello (también atleta paralímpico, participante en Pekín 2008 y Londres 2012). Al final compré una de segunda mano… aunque ya tengo la mía a medida, ¡color rosa! Con la handbike fue más fácil porque la sufragó la Fundación Carrefour, en la que mi padre lleva toda la vida, y a la que estoy muy agradecida.
El triatlón normal ya requiere mucho material… y bastante caro. ¿Cómo funciona en el caso del paratriatlón?
¡No te imaginas! Hay que comprar un montón de “cacharros", algunos muy caros. Yo he ido poco a poco. Afortunadamente, me han ayudado mucho mis padres y algunas empresas privadas. A nivel público no hay ayudas para nadie, ni para el deporte ni para nada.

¿Cómo manejas todo el material, por ejemplo, para repararlo o subirlo al coche?

Me compré un coche grande y puedo hacerlo casi todo sola, pero tengo mucha ayuda por parte de mi padre, que me acompaña casi siempre y que está totalmente metido en esto del deporte. No obstante, estos días he estado con Rafa en Sierra Nevada para preparar el campeonato del Mundo y nos hemos apañado perfectamente, sin ayuda. Lo más importante es no tener miedo a caerte de la silla, y yo no lo tengo. Si me caigo, me levanto y ya está.  

¿Cuántas horas entrenas al día?

Cinco o seis horas, lo que estipule mi entrenador. Suelo doblar, por ejemplo, gimnasio, piscina y bici. Vamos combinando. Antes no hacía pesas, pero ahora lo necesito para no lesionarme.

¿Has cambiado tu alimentación?

Sí, he tenido que adaptarme. Antes comía de todo y siempre he sido delgada, pero ahora no muevo los músculos más grandes, así que quemo menos calorías por mucho que entrene. Tengo que cuidar más lo que como.  

¿Cuál es tu próximo reto deportivo?

En 2016, mi "superilusión" es bajar de 2’05’’ en maratón, que es la mínima internacional para participar en los Juegos Paralímpicos de Río. Pero eso es un sueño. Como el de participar en Tokio 2020, si por fin incluyen el paratriatlón femenino. Ahora lo que tengo que hacer es seguir mejorando, porque llevo muy poco tiempo. Este mes se cumplen dos años del accidente.

Imagina que alguien te regalara tus vacaciones perfectas. ¿A dónde y con quién irías?

Pues justo de eso estábamos hablando hace un momento, de las vacaciones que estamos planeando, que no pueden ser mejores ni en mejor compañía: coger un coche junto a Rafa y recorrer toda la costa oeste de EEUU.  

Siempre sonríes. ¿Eres tan feliz como aparentas?

No tengo ningún motivo para estar triste. La vida me ha dado esta segunda oportunidad y he recibido mucha ayuda. Estoy contenta de todo lo que me rodea. Por supuesto, pasas ratos malos, pero como cualquier persona. He llorado mucho, pero he llorado sola. No quiero afectar a mis padres y a mi hermano, ni a toda la gente que me ha apoyado desde el primer momento. ¡Ellos han hecho que todo fuera más fácil! Hay mucha gente maravillosa. Hasta vino a verme Javier Gómez Noya al hospital de parapléjicos de Toledo. Fue muy emocionante, me puse tan nerviosa que lo primero que le dije fue "hueles muy bien".

¿Consideras que el accidente te ha cambiado?

Justo después piensas cosas muy profundas, como “la vida me ha dado otra oportunidad, hay que aprovecharla". Pero la realidad es que sigues siendo la misma persona, con los mismos defectos y virtudes. ¡Yo sigo teniendo la misma “mala leche"! (Se ríe).

¿Cómo has llevado eso de ser modelo para nuestra portada?

Me lo he pasado muy bien, además a mi madre le encanta el “rollo foto" y se ha divertido mucho. La veo disfrutar y disfruto yo.