Bueno bueno,
habían transcurrido varias semanas ya desde la última vez que os conté algo nuevo, pero es que he tenido un traspiés de los comunes en el deporte de máxima exigencia y no ha sido otro que una lesión de la que desconozco las causas que la provocaron.
Como os comentaba en el anterior post me encontraba en un período introductorio de esta fase de la temporada, antesala de grandes pruebas en ruta al inicio del Otoño y como regresé muy en forma de los Estados Unidos, estaba realizando sesiones muy sencillas y otras actividades para evitar la monotonía de una lara temporada atlética (natación, caminata nórdica, sesiones de rodillo suaves, etc...).
Así transcurrieron dos semanas sin incidencia alguna y el dos de Agosto comencé con mi programa de entrenamiento regular. Por la mañana la sesión de diez kilómetros de rodillo transcurrió con normalidad. A mediodía la sesión de fuerza base en gimnasio y trabajo de movilidad articular pasó también de forma amena, pero esa tarde que tenía diez kilómetros de calentamiento, trabajo de técnica y 2(6150m) en progresión me noté unas ligeras molestias, aunque no sabía a que se debían y le comenté a mi mujer una vez finalizado el entrenamiento que sentía como una falta de fuerza a nivel lumbar.
Al día siguiente en el rodaje matinal de 10Km que hago siempre antes de desayunar con mis hijas alrededor de las seis y media de la mañana, noté un dolor muy intenso en la ingle izquierda y, de hecho, durante todo el entrenamiento pude hacer mi característico balanceo de tronco por las molestias que sentía. A las 11:30 tenía 10Km de calentamiento y unos 600´s a ritmo de maratón (75%Vo2max) pero en el cuarto cancelé el entrenamiento por un dolor insoportable, el cual, me obligó a tirarme al suelo para poder abrir mi coche que suele acompañarme a todos los lugares de entrenamiento que frecuento.
Esa tarde puse en conocimiento de mis molestias al Servicio Médico del Comité Paralímpico Español y francamente me mostré preocupado porque el dolor se intensificó de manera drástica, así que se iniciaron los trámites para ver cual era el alcance de la lesión y la resonancia que me hice el pasado Viernes, mostró que afortunadamente no habían daños en estructuras óseas, ligamentosas, tejido esponjoso, etc... con lo que ambas caderas parecen estar perfectas, pero la exploración que me hizo el Dr. Julián Álvarez (especialista en medicina deportiva y con el cual trabajo de manera muy cercana, pues es quién supervisa parte de mi programa de entrenamiento) tres horas más tarde y observando el pequeño edema a la altura del músculo piramidal, concluyó que tenía una pequeña rotura muscular que me impedirá subirme a la silla durante mínimo dos semanas más.
Lo más importante es que gracias a mi "KRANKCYCLE" de MATRIX he podido entrenar a las mismas intensidades que en la silla y, de esta forma, he podido mantener los umbrales intactactos, pues puedo realizar series y todo en él. Os dejo una foto del rodaje de ayer, ya vereis que sudada más clásica del Agosto alicantino.
[caption id="attachment36" align="alignleft" width="768" caption="LA LESIÓN NO DEBE DE PARARTE DEL TODO. SIEMPRE HAY FORMAS DE MANTENER EL ESTADO DE FORMA"]
Evidentemente en momentos duros de este tipo la familia es una herramienta básica de apoyo. En unas semanas ya estaré entrenando con total normalidad.
[caption id="attachment37" align="alignright" width="769" caption="Daniela que ya tiene casi dos años, mi mujer Pilar, la peque de la casa Ana con ocho meses y un servidor"]
Ah, se me olvidaba, seguramente iniciaré mi período de rehabilitación bajo la supervisión de la Dra. Josefina Espejo y la Dra. Amaia Bilbao en Madrid la próxima semana.
La lesión forma parte del proceso de entrenamiento
Bueno bueno,