Ejercicio y omega-3 para dientes sanos
Los investigadores de la Fundación de Amparo à Pesquisa de São Paulo, Brasil, han descubierto el secreto de una sonrisa sana: combinar el ejercicio regular con suplementos de omega-3, que puede marcar una gran diferencia en la salud bucal.
Esta combinación ayuda al sistema inmunitario a combatir las infecciones crónicas de las raíces dentales y reduce la pérdida ósea alrededor de los dientes.
Los estudios se han hecho con ratas en el laboratorio, y los grupos que hicieron ejercicio y tomaron omega-3 presentaron una inflamación mucho menor, mejor regulación inmunológica y una estructura ósea más sana.
La periodontitis apical (PA) se produce por la contaminación bacteriana del tejido pulpar, con su progresión altamente influenciada por la respuesta inmune del huésped.
Este estudio tuvo como objetivo evaluar el impacto del ejercicio físico moderado, solo o combinado con suplementación de omega-3, en PA inducida en ratas.
El análisis se centró en el perfil inmunoinflamatorio, la presencia bacteriana en el conducto radicular y la región apical, la pérdida ósea y la producción de fibra de colágeno.
Se realizó con 30 ratas Wistar que se dividieron en 3 grupos: Control, Ejercicio Físico (EF) y Ejercicio Físico + Omega-3 (EFE).
La suplementación de omega-3 se administró por sonda durante 60 días. El protocolo de natación incluyó 2 etapas: aclimatación al medio acuático y entrenamiento de natación.
La periodontitis apical se indujo en el día 30 y se analizaron los dientes de las ratas en el día 60.
El grupo control exhibió la mayor intensidad de infiltrado inflamatorio.
El grupo de ejercicio físico solo redujo la inmunotinción de TNF-α y limitó la propagación bacteriana.
Y el grupo que combinó ejercicio físico con la suplementación con omega-3, redujo aún más la inmunotinción de IL-17 y aumentó el porcentaje de fibras de colágeno inmaduras birrefringentes.
El análisis microtomográfico reveló áreas más pequeñas de pérdida ósea alveolar en los animales que hicieron ejercicio físico.
El grupo control mostró un número significativamente mayor de células TRAP-positivas relacionadas con el mayor daño de la periodontitis apical.
En conclusión, el ejercicio físico por sí solo mejoró los mecanismos de defensa al reducir la inflamación mediante la modulación del TNF-α y controlar la contaminación bacteriana.
El ejercicio físico combinado con la suplementación con omega-3, mejoró aún más la regulación inflamatoria al modular los niveles de IL-17, reducir la pérdida ósea y estimular la producción de colágeno, limitando así la inflamación y disminuyendo la actividad osteoclástica.
Fuente: DOI: 10.1038/s41598-025-90029-9
