Sensaciones nuevas hacen que los entrenos del fin de semana hayan sido un refuerzo positivo en toda regla. Con la llegada de la primavera por fin los sábados he empezado a nadar en aguas abiertas en el mar de Barcelona. Siempre me ha parecido un lujo vivir en la ciudad y poder ir a nadar en el mar. Algo que agradezco profundamente.
Este sábado coincidí con mi amigo y eterno rival (en natación) en la sesión de entreno. De repente, pensé, “hoy, voy a medirme con mi amigo" a ver si hoy también veo cómo sus pies se alejan de mi vista como es lo habitual. Empezamos a nadar y veía que íbamos en paralelo, una primera serie, "bueno", pensé, "quizás la primera se la he podido aguantar, Lourdes, no tires la toalla e intenta aguantar el máximo de series sin perderlo de vista" Pero, cuál fue mi sorpresa que no solo no lo perdía de vista sino que no me estaba despeinando ni mucho menos y en la parte final de las series donde había que ir fuerte, yo iba rápido pero sin sacar el hígado y llegaba antes que él. Prueba del algodón superada. Máxima euforia :)
“Quique, la única diferencia es Maffetone. ¿Lo ves, no? "
“Quique, la única diferencia es Maffetone. ¿Lo ves, no?" Le dije sin poderlo remediar.
Ya os conté que tenía cero ganas de nadar en piscina durante el invierno. En los últimos tres meses he nadado 1 km cada diez días. Pero siento haber ido hacia delante con el descanso hecho y Phil sabía perfectamente lo que hacía autorizándome unas “merecidas vacaciones “ ¿os acordáis de lo que me decía? “No te preocupes Lourdes, tenemos mucho tiempo para nadar" .
El domingo salí en bici con los de mi club, el Gavá triatlón.
Salida de 90 km, una ruta que ya la había hecho muchas otras veces y que recuerdo el final como una pesadilla porque hace subida y no se acaba nunca. Esta vez, acabé los 90 km con una sensación muy diferente, fueron exigentes ya que los del club van muy rápido y por supuesto se me escapaban, pero no tanto como antes, una media de 24 km/h con 1100 de desnivel que para mí, ya es mucho :-)
Salida de 90 km, una ruta que ya la había hecho muchas otras veces
El tema a destacar es que fue mi marido a la salida, él lleva 32 años yendo en bici y va a competir en el medio Ironman de Barcelona por relevos con mi amigo del sábado (mi eterno rival nadando, Quique) y hacemos bromas de quién va a ganar, si ellos por relevos o yo con el método Maffetone :-) Los tengo asustados Phil. Sé que no encajarán una derrota. Es evidente que son hombres, tienen más fuerza que yo y no es lo mismo, pero es que el domingo me impuse con mucha autoridad en la bici respecto a mi marido, por primera vez en mi vida le superé, él sufría mientras yo esperaba a que llegase.
Sí, sí, sí, me han dado alas y no solo eso sino que voy con un pensamiento muy positivo al medio Ironman de Barcelona que se celebrará en Calella el próximo día 17 de mayo.
Refuerzo positivo
Sensaciones nuevas hacen que los entrenos del fin de semana hayan sido un refuerzo positivo en toda regla. Con la llegada de la primavera por fin los sábados he empezado a nadar en aguas abiertas en el mar de Barcelona. Siempre me ha parecido un lujo vivir en la ciudad y poder ir a nadar en el mar. Algo que agradezco profundamente.
