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Recuperamos gran parte del consultorio que, durante varios años, Alberto Cebollada Kremer, licenciado en educación física, especialista en higiene postural y práctica deportiva, ha respondido las consultas de varios de nuestros lectores.
La consulta
Tengo todos los síntomas de la fascitis plantar, me han llegado justo después de un cambio de zapatillas, y también creo que con un incremento del nivel de entrenamiento. Con los primeros síntomas he parado, me han recomendado aplicar una crema antiinflamatoria tres veces al día, hielo y algunos ejercicios de estiramientos, sólo he podido hacer algo con la bicicleta estática. ¿Estoy haciendo lo correcto? ¿Cuándo podré volver a correr aunque sea a un nivel muy bajo?
Respuesta
La fascitis plantar se debe a la inflamación de la fascia (tejido fibroso) que se extiende desde la base de los dedos de los pies, hasta el hueso calcáneo del talón, pudiendo llegar a afectar a éste con el conocido “espolón calcáneo”. La inflamación es debida a una excesiva tensión o repetidos traumatismos en la zona, es posible como dices que se haya producido por entrenar de repente más, a veces por empezar un nuevo deporte o al cambiar de calzado como también dices haber hecho. A veces para determinar la causa que lo produce, es necesaria una exploración de la pisada y del patrón de marcha. Esto puede delatar una excesiva pronación, tener el pie cavo, o amortiguar mal las cargas por problemas biomecánicos.
Tratamiento
Una fascia inflamada se vuelve con el tiempo poco elástica y se endurece, surgiendo molestias frecuentes al estar de pie, al comenzar la actividad o al extender el dedo gordo hacia atrás.
Por esta razón una de las actividades ideales para rehabilitarse y practicar mientras se padece es la natación, el ciclismo también, siempre y cuando lleves un calzado específico con suela rígida. Lo mejor para tratarla es el descanso del pie, llevar un vendaje tipo “tipping” que pro- teja la planta del pie y que limite la extensión del dedo gordo, ya que su extensión brusca produce de nuevo inflamación y dolor de la fascia. Efectivamente en un primer estadio viene bien aplicar hielo, ultrasonidos y tomar aspirina si se tolera bien.
Recurrir a unos apoyos ortopédicos del arco plantar y taloneras dependiendo de las necesidades, ayudan a descargar las tensiones de la fascia. Un truco que viene bien en los casos crónicos es dormir con un elástico de ortopedia que mantenga la fascia estirada mientras duermes. Se trata de un aparato diseñado para corregir otras patologías del pie, pero que tiene buenos resultados en las fascitis crónicas. Dormir con él no es muy cómodo que digamos, pero es efectivo y aleja el quirófano... Mientras tanto deja de correr y en su lugar nada o haz bici durante unas 4 a 6 semanas. Realiza muchos estiramientos de los músculos gemelos, sóleo y del tendón de Aquiles. Cuando las molestias vayan remitiendo prueba de nuevo a correr, pero sobre todo con unas zapatillas que tengan control de la pronación y un buen soporte del arco plantar, que las hay.