Cada mañana millones de personas en todo el mundo recurren al café como parte esencial de su rutina y, según diversos estudios, su ingesta moderada puede tener beneficios para la salud del corazón y del cerebro.
Investigaciones recientes, como la publicada en el European Journal of Preventive Cardiology, han mostrado que quienes toman entre dos y tres tazas al día presentan un menor riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte prematura que quienes no lo consumen. Incluso en el caso de las arritmias, se ha observado un efecto protector entre los consumidores habituales.
Más allá de su efecto estimulante, el café contiene polifenoles, compuestos con propiedades antioxidantes que ayudan a reducir el estrés oxidativo y la inflamación, lo que explicaría en parte sus beneficios. Sin embargo, no todo depende de la cantidad, también influye la manera en la que se prepara, y ahí es donde puede marcar la diferencia entre una bebida saludable y un hábito que perjudique los niveles de colesterol.
Cómo evitar que el café afecte al colesterol
El cirujano cardíaco Jeremy London advierte: "La forma en la que preparas tu café podría estar aumentando tu colesterol". El especialista explica que métodos como el café de prensa francesa, el turco hervido o el espresso permiten que ciertos compuestos grasos llamados diterpenos pasen a la bebida. Estas sustancias interfieren en el proceso natural de descomposición del colesterol y pueden provocar un aumento del colesterol LDL, conocido como el "malo", así como de la proteína ApoB, un marcador asociado a mayor riesgo cardiovascular.
Para reducir ese impacto, London recomienda recurrir a filtros de papel en la preparación, ya que estos retienen la mayor parte de los diterpenos sin eliminar los polifenoles que aportan beneficios al organismo. De este modo, el consumidor puede disfrutar del sabor y las ventajas del café sin comprometer sus niveles de colesterol. "Una solución sencilla para mitigar estos efectos es preparar el café con un filtro de papel, ya que así se eliminan la mayoría de los diterpenos", señala el especialista.
En definitiva, el café puede seguir formando parte de una dieta saludable siempre que se controle tanto la cantidad como la forma de prepararlo. Elegir el método de filtrado adecuado es una medida sencilla que, según los expertos, puede marcar la diferencia en la salud cardiovascular a largo plazo.