La aplicación de estimulación eléctrica nueromuscular de baja frecuencia (NMES) ha mostrado su capacidad de aumentar el gasto energético a ejercicios convencionales de baja intensidad. En este sentido recientemente se han publicado los resultados de una investigación en la que los autores estudiaron los efectos de 1 hora de NMES en miembros inferiores, comparando las respuestas con las obtenidas caminando en pacientes obesos.
Los resultados mostraron que 1 hora de NMES se asoció con una elevación de Vo2, alcanzando de media el 47% V02 max, con una frecuencia cardiaca media de 114 pulsaciones por minuto y un gasto energético de 318 kcal/h. La electroestimulación incrementó el metabolismo de los hidratos de carbono (más que caminando) pero no el de las grasas (menos que caminando). La concentración de lactato durante NMES alcanzó los 3’5 mM mientras que caminando sólo llegó a 1’5 mM.
La electroestimulación ha demostrado tener beneficios en el entrenamiento y en el rendimiento deportivo y con este estudio demuestra claramente su efecto positivo para adelgazar en caso de sobrepeso notable, casos en los que muchas veces hay limitaciones de movilidad, que es importante factor limitante a la hora de hacer ejercicio.