Desde la pandemia en el año 2020, hemos tenido que cambiar muchos de nuestros hábitos en todos los aspectos de la vida. Ahora, por ejemplo, en lugar de ir a la oficina, muchos ya trabajamos desde casa, lugares que están preparados para descansar, relajarse y recuperar fuerzas, pero no para funcionar como oficinas.
Muchos de nosotros no contamos con un despacho, por lo que, en ocasiones, la mesa de nuestro salón se convierte en mesa de trabajo. La luz tampoco suele ser óptima y lo mismo sucede con la silla.
En consecuencia, con extensas jornadas de trabajo cada día, aparecen determinados problemas, entre ellos los temidos y molestos dolores de espalda.
A continuación, te damos algunos consejos para poder desarrollar de manera cómoda tu trabajo sin que tenga consecuencias físicas, aunque si ya las tienes, deberías consultar con tu médico qué solución es más eficaz.
Nuestro espacio de trabajo
Si queremos evitar tener dolores de espalda o que estos apenas sean molestos, debemos reconfigurar un adecuado espacio de trabajo. No siempre será sencillo cumplir todos los pasos recomendados, pero, al menos, deberías intentar que sean los máximos posibles, como a buen seguro te habrán recomendado desde tu empresa, siempre y cuando tengan un departamento que vele por la seguridad y salud de sus trabajadores durante la jornada laboral.
¿Qué debemos cumplir?
Debemos tener:
- una mesa grande en donde podamos estar organizados
- una silla ergonómica (de las denominadas sillas de oficina) y regulable en altura
- si trabajamos con ordenador, éste debe estar al nivel de los ojos
- los antebrazos deben permanecer apoyados en la silla
- debemos tener un soporte para los pies
- tener, siempre que sea posible, entrada de luz natural.
Asimismo, a lo largo de ocho horas de jornada laboral, deberemos hacer descansos, no sólo para despejar la mente, sino para relajar los ojos y, por supuesto, la espalda.
Realizar ejercicio físico
Además de mantener estos consejos básicos, debemos adoptar una adecuada postura corporal, evitando los músculos, huesos y articulaciones terminen resintiéndose después de una extensa jornada de trabajo.
Las malas posturas suelen acarrear problemas futuros. Lo recomendable es sentarse a unos 40 centímetros de distancia de la pantalla de tu ordenador, tratando de mantener la cabeza en una posición natural y el nivel de los ojos a la altura de la pantalla. De esta manera, evitaremos, además, los temidos dolores de cuello.
Aparte de implementar estas pautas de trabajo, debemos realizar ejercicio físico durante la semana. Desde los suaves movimientos de cuello, hombros o muñeca hasta asistir a claves en donde nos ayudan a estirar nuestros músculos. También se recomienda hacer ejercicio cardiovascular, igualmente llamado aeróbico, desde caminar a un ritmo largo a correr o practicar bicicleta de manera intensa. Las abdominales y flexiones son otros ejercicios típicos que también son recomendables. Lógicamente, estos ejercicios no son necesarios hacerlos todos los días, pero sí aquellos que son más sencillos en su aplicación, como los lentos movimientos de cuello, muñecas o simplemente de pasear. Si seguimos estas pautas, conseguiremos evitar los dolores de espalda, y otros más, durante nuestras jornadas de teletrabajo.