El estudio mostró que cuando el compuesto picante [6]-gingerol que se encuentra en el jengibre y el té, llega a la sangre, entre 30 y 60 min después de la ingesga, estimula no sólo al receptor TRPV1 que se encuentra las células nerviosas del calor y el picante, también al receptor TRPV1 de los granulocitos de los neutrófilos, un tipo de glóbulos blancos responsables de las defensas inmunológicas.
El trabajo mostró que pequeñas cantidades de [6]-gingerol, llegaron a poner en estado de alerta máxima al sistema inmunológico, cuando las células fueron puestas en una situación simulada de infección bacteriana.
Conclusiones:
Los investigadores concluyeron que sus resultados respaldan la suposición de que la ingesta de cantidades normales de jengibre o de té, puede ser suficiente para modular las respuestas celulares del sistema inmunitario.
DOI: 10.1002/mnfr.202200434