Los expertos siempre han incidido en la importancia del desayuno a la hora de afrontar el día, especialmente si espera una jornada activa y con movimiento. A primera hora del día, tan importante es alimentarse como hacerlo de la forma correcta. Hay opiniones de toda índole, siendo algunas voces las que se posicionan por no romper el ayuno nocturno con fruta o avena porque es muy buena, pero va a hacer que la glucosa suba desde temprano y la insulina también. Otros son más de salado y optan por hacerse una tostada o un sándwich para coger fuerzas de cara a la mañana.
Sin embargo, a todo el mundo le ha pasado en alguna ocasión que le ha entrado hambre antes de que llegue la hora de la comida. Esto puede ser por realizar un gran esfuerzo durante las primeras horas del día, pero también puede estar marcado por el tipo de pan.
La nutricionista Vanesa Torres muestra el pan blanco de molde y explica lo que ocurre:
Solo te creará picos de insulina y te dejará al poco tiempo sin energía
El pan blanco, no tiene nada de fibra y no es saciante. La fibra ayuda tanto a la digestión como a mantener un peso adecuado. Un pan con alto porcentaje de fibra también ayuda a regular el tránsito intestinal y a prevenir el estreñimiento. Combinado con grasas saludables y proteína, será la fórmula perfecta para que estés llena de energía toda la mañana hasta la hora del almuerzo.