La fructosa es el azúcar presente en la fruta, la miel, algunas verduras y en la sacarosa, el azúcar de mesa común que todos conocemos.
Intolerancia hereditaria a la fructosa vs mala absorción
La intolerancia hereditaria a la fructosa es un error genético en el metabolismo de la fructosa muy poco común. Al ser un error genético, aparece en niños y suele ser diagnosticada cuando se introducen las primeras papillas.
Por su parte, en la mala absorción de fructosa, el intestino no es capaz de absorber toda o parte de la fructosa que tomamos por lo que suele presentar síntomas como gases, nauseas, hinchazón o descomposición. Es la más común y de la que te hablaremos en este artículo.
¿Cómo se diagnostica?
Al igual que la intolerancia a la lactosa, ésta se diagnostica mediante el test de hidrógeno espirado donde, en este caso, te darán una solución que contenga fructosa.
Alerta: ¡Fraude!
Existen en el mercado numerosos test de intolerancia a alimentos, de los que ya habrás oído hablar que te prometen identificar tus intolerancias a unos 200 alimentos a la vez. Estos test no tienen validez científica, así que no pierdas el tiempo y el dinero haciéndolos. Si crees que padeces alguna intolerancia hazte las pruebas adecuadas.
Y si tengo intolerancia a la fructosa ¿qué hago?
El tratamiento de la intolerancia a la fructosa es la exclusión de la dieta de aquellos alimentos ricos en fructosa y causantes de los síntomas. Inicialmente se hace una dieta más estricta y poco a poco se van introduciendo los alimentos de uno en uno para ver la tolerancia de cada persona.
Normalmente debes evitar productos cómo la mayoría de frutas, excepto los cítricos, algunas verduras como las alcachofas, espárragos, cebolla, ajo, etc. Algunas personas también notan mejoría con una dieta FODMAP, que evita fructosa pero también algunos otros azúcares o carbohidratos fermentables que pueden resultar problemáticos y dar molestias digestivas.
¿Qué tener en cuenta siendo deportista e intolerante a la fructosa?
La intolerancia a la fructosa puede resultar muy frustrante para cualquiera que la padezca y en especial para los deportistas que muchas veces ven que su intestino les imposibilita presentarse a pruebas que hace tiempo que llevan preparando o realizar sus entrenamientos correctamente.
Por ello, es de vital importancia trabajar con dietista-nutricionista deportivo tu caso con el objetivo de que te ayude no sólo a saber qué alimentos evitar sino a planificar tu alimentación para que puedas seguir entrenando y compitiendo correctamente mientras descubres cuáles son los alimentos que toleras mejor.
Por otro lado, ten en cuenta que muchos suplementos o bebidas deportivas contienen fructosa por lo que es importante identificar en el etiquetado aquellos que sí puedes tomar y, como en todos los casos, probar antes de presentarte a cualquier competición. La personalización en todos los casos, pero más en el tuyo, es la clave.