Si los gases, el ardor de estómago o el abdomen hinchado estropean frecuentemente tus entrenamientos, debes modificar algunos de tus hábitos de alimentación para prevenir las malas digestiones.
Debes revisar:
Qué tipo de alimentos comes
- Dale preferencia en tus menús a las frutas, verduras, cereales integrales, las carnes blancas y el pescado, que facilitan el tránsito intestinal y no resultan “pesados” por su bajo contenido en grasa.
Cómo comes
- Debes comer y beber despacio, sin estrés.
- Destina 30 minutos a cada comida y deja al menos dos horas entre las comidas principales y tus entrenamientos.
- Corta la comida en trozos pequeños y mastícalos bien, para que tu estómago tenga que realizar menos esfuerzo y la digestión sea más fácil.
A qué hora comes
- Intenta seguir un horario regular en tus comidas.
- Es mucho mejor comer menor cantidad y con mayor frecuencia, que hacer grandes comidas que exijan a tu estómago un enorme esfuerzo.
Es importante, además, atender a las señales físicas de ansiedad o estrés, ya que en muchas ocasiones no estaremos sintiendo un hambre fisiológica que se soluciona ingiriendo alimento, sino que estaremos hablando de un "hambre emocional". En estos casos, es interesante pararse, respirar y observar las sensaciones del cuerpo.