Cambio automático, más autonomía, un mantenimiento ridículo, transmisión integrada en el motor sin mecanismos de cambio externos y frenada regenerativa son los principales argumentos de la tecnología Orbit Drive. Al menos sobre el papel lo tiene todo para triunfar en el mundo de las ebikes. El sistema no es nuevo, ya el año pasado la misma empresa Driven que ha creado Orbit Drive presentó un primer prototipo con CVT (Continously Variable Transmission), o sea cambio de desarrollo continuo, sin saltos de marcha a marcha, como el variador de un scooter a motor o el cambio de un Toyota Prius. El nuevo sistema, controlado electrónicamente, también se puede configurar para simular el funcionamiento de un cambio tradicional, con saltos y desarrollos fijos.
Con un diferencial de tamaño compacto el sistema recibe el movimiento de tres fuentes: tu pedaleo, la asistencia del motor y la de un segundo motor eléctrico que controla el desarrollo con su velocidad de giro.
Cuando no está girando la bici está en su marcha más corta y cuando más rápido gira más largo es el desarrollo que adopta. Se puede transmitir el movimiento a la rueda trasera a través de un cardán, por medio de una correa dentada o con una cadena tradicional.
A esta interesante tecnología todavía le falta un empujón de financiación para que la veamos implantada en nuestras bicicletas, de hecho están en plena campaña con Wefunder, así que, si quieres invertir en futuro, estás a tiempo. Sus fundadores estiman que podremos ver las primeras bicis con Orbit Drive en el mercado allá por el verano de 2024.
Más información en https://madebydriven.com/technology/