Sé que este tema está un poco trillado pero es que no me aclaro. No paro de leer diversas opiniones acerca de cuándo hacer entrenamiento de fuerza para lograr más gasto de grasa. Hasta ahora creo que me ha quedado claro que mejor antes la fuerza que el cardio. Ahora me ha surgido un problema: normalmente yo lo hacía al revés; primero el cardio (50 minutos) y finalmente la fuerza (30-40 minutos). Tras leeros a vosotros pasé a hacerlo al revés, cambiando mi rutina, pero he notado que se me cargan demasiado las piernas y al comenzar el cardio estoy agotada y casi no puede moverme, ¿Qué hago mal?
Lo que nos cuenta esta seguidora de Sport Life es correcto, no hace nada mal. Así quemarás más grasa. El inconveniente que tiene, como bien apunta, es que nuestro cuerpo estará fatigado del trabajo muscular anterior. Además, a esto hay que sumarle que si estamos limitando la ingesta de carbohidratos, nuestro músculos al comenzar el trabajo cardiovascular estarán en una situación de deficit de energía rápida y tendrñan que acudir a otra vía (esta es la estrategia, que acudan a buscar grasas como combustible). Sin embargo, esta vía aporta energía de forma lenta.
En resumen, con esta estrategia de realizar el entrenamiento de fuerza anterior al cardio conseguiremos involucrar mucho más a los ácidos grasos como fuente de energía, pero tendremos el inconveniente de tener que entrenar con cierto grado de fatiga inicial y sin conseguir grandes rendimientos a nivel de intensidad, físicamente cuesta mucho más. Por esta razón, esta estretegia no es la ideal para personas en baja forma o para entrenamientos en los que se busque el alto rendimiento deportivo. Es un tema complejo, en el que debemos saber que si tenemos una cosa debemos privarnos de otra.