Un gesto tan sencillo como cambiar el ascensor por las escaleras puede ser el principio de una rutina diaria más saludable. Te contamos cómo aprovechar todos los beneficios:
- Intenta subir los escalones de dos en dos. Una altura y amplitud mayor permitirá una mayor participación del glúteo mayor y un estiramiento de los flexores de la cadera, muy tónicos.
- En la bajada, el cuádriceps trabaja de forma excéntrica. Bajar los escalones es una forma de aportar una mayor movilidad al tobillo ya que necesita una máxima dorsiflexión, cuestión muy positiva para una mejor técnica de carrera. Pero, además, en la bajada el cuádriceps trabaja de forma excéntrica y la estabilidad en la rodilla con el apoyo unipodal requiere de un mayor control. Todo son ventajas.