Si vas al desierto, la bebida tradicional es el té, muy caliente, casi ardiendo, algo que nos sorprende porque cuando hace calor, en nuestro país soñamos con una bebida helada, un cerveza bien fría, agua con hielo o un helado, para aliviarnos del calor.
Esta costumbre de beber bebidas calientes es muy antigua, una tradición que se sigue en muchos lugares del mundo conocidos por sus altas temperaturas como el desierto, condiciones de sequedad extrema o de humedad extrema, donde lo normal es que sintamos mucho calor en nuestro cuerpo.
¿Por qué en el desierto se toman bebidas calientes si hace mucho calor?
La razón de beber té o bebidas calientes tradicionalmente en las zonas de altas temperaturas te va a sorprender, porque se hace para ayudar al refrescar al cuerpo. Hay tres explicaciones.
La primera es que al tomar algo caliente nuestro cuerpo reacciona produciendo sudor, que al evaporarse, enfría rápidamente el cuerpo. Es igual que cuando haces ejercicio y la temperatura del cuerpo se eleva, sudamos para refrescarnos.
En el clima seco del desierto, el sudor se evapora rápidamente, y genera un efecto refrescante.
La segunda explicación es que cuando tomamos algo muy frío, el cuerpo necesita calentarlo al pasar al sistema digestivo, y esto genera más calor y un gasto de energía extra. El primer efecto en la boca de una bebida helada es refrescante, pero al cabo de unos minutos, tu cuerpo estará más caliente, y querrás tomar más cosas frías.
La tercera razón está en que las cosas frías dificultan la digestión. Si te fijas, en casi todas las culturas antiguas se toman las bebidas y comidas calientes, evitando tomar cosas muy frías, porque enlentecen y dificultan el proceso digestivo, que empieza en la boca donde hay que calentar la bebida o comida fría o helada y sigue en el estómago, un auténtico horno de calor y conversión de alimentos.
Te animo a que hagas la prueba y compruebes su efecto:
Al tomar un té o bebida caliente en verano, la primera sensación es de calor, pero si esperas, a los pocos minutos te darás cuenta de que ya no tienes tanto calor, incluso notas un efecto refrescante.
Si además tomas una infusión de plantas refrescante como la menta, melisa o jengibre, el efecto será más duradero y especial.
Y si le añades zumo de limón o lima a la infusión caliente, ya tienes una explosión de sabor muy especial que te ayudará a pasar los días más calurosos del verano.
Prueba también a llevar las infusiones calientes en tu bidón de la bici o en la mochila del agua cuando corres o andas en verano... al beberlas a pesar del calor notaras un efecto tan refrescante que, repites. Así hago yo en mis entrenamientos, y quien va conmigo y prueba mi receta de infusión de jengibre con limón y canela, se sorprende por lo bien que entra y cómo quita el calor, especialmente en la bici de carretera, donde el sol no perdona.