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Nerea tiene 41 años, es de Trápaga (Bilbao) y vive en Getafe (Madrid), es doctora en Ciencias Biológicas en Inmunológica Tumoral y trabaja de administrativa. La encuentras en @nereyogitri
Con 25 años aterriza en Madrid a hacer la tesis doctoral, sin haber cocinado en la vida, y durante 3 años sobrevive a base de la máquina expendedora del pasillo del laboratorio y dejando su rutina deportiva. En 2 años pesaba 20 kg más, no conseguía bajar de peso, y además con un diagnóstico de hipotiroidismo. Pero con una dieta saludable, ejercicio y yoga y aprender a controlar el estrés y la ansiedad; Nerea no sólo ha perdido 24 kilos, además se ha convertido en una persona nueva, que come mejor, y en una gran deportista y yogui, que se atreve hasta con triatlones y lo que vaya llegando.
“Tras acabar la tesis y pesando casi 90 kg, un parón laboral me obligó a replantear mi vida y ahí apareció mi nutricionista que me devolvió como 10 años de salud que había perdido. Los primeros diez kilos los adelgacé rápido yo sola, pero ya había hecho otras dietas y había adelgazado antes, y luego lo recuperaba. Esta vez estaba decidida a no recuperar los kilos y a aprender a comer de forma saludable y sin ansiedad, y cambie la estrategia para adelgazar con una dieta que controlara mis problemas de ansiedad con una nutricionista y con ejercicio físico.”
¿Por qué crees que habías engordado?
Todo el estrés de mis días como investigadora lo aplacaba comiendo y siempre era igual: la semana que viene me pongo, fuera dulces, orden de comidas… pero no terminaba de ocurrir.
¿Qué cambió esta vez en comparación con las dietas anteriores?
Uno de los problemas por los que engordé fue porque no sabía cocinar ni cómo organizar mi alimentación, aparte de que dejé total y absolutamente de hacer deporte. Aprendí a cocinar porque me compré un robot de cocina de segunda mano, la mejor inversión de mi vida, ¡las recetas siempre salían buenas! Además me permitía hacer el domingo el menú de toda la semana.
Tenerlo todo cocinado y preparado me ayudó a reducir la ansiedad por comer y distribuir mejor la ingesta a lo largo del día.
¿Por qué te planteaste a adelgazar?
Por salud física y mental. Cuando acabé la tesis todo cambió, lo dejé con mi pareja de 10 años, estaba con una baja laboral y con mucha ansiedad. Me planteé que antes que volver a casa de mis padres y perder todo lo que había conseguido a nivel personal y profesional, tenía que conseguir cambiar mi vida, aprovechando los meses de paro, volvía a estudiar y fui a un tratamiento de acupuntura para la ansiedad. El acupuntor me dijo que sí, que tenía un problema de ansiedad, pero si seguía así, iba a acabar con una enfermedad metabólica en unos años. Me recomendó ir a una nutricionista y adelgazar y así lo hice.
Yo pensaba, que estaba así porque tenía un problemas de tiroides, pero un día haciéndome una analítica, la enfermera me dijo que ella era hipotiroidea, y que no tenía sobrepeso, que sí que por nuestra condición nos costaba más perder peso, pero que eso no debía limitarme para no adelgazar. Me hizo pensar y cambiar mi mentalidad.
¿Qué tipo de dieta o alimentación has seguido?
Una en la que comes de todo pero a sus horas, muy mediterránea y con nutricionista (Lydia Zaragoza). Ella me dijo que estaba gorda porque estaba muerta de hambre, ya que comía por la noche porque no había comido nada durante el día, y un simple bocata por la noche me producía mucho altibajo de glucosa. Me enseñó a comer por la mañana, con un desayuno y algo a media mañana y a cenar más ligero, para conseguir no tener picos de insulina y mantener estables a lo largo del día los niveles de glucosa.
¿Qué deportes o ejercicios has hecho para adelgazar y mantenerte?
Retomé con mi deporte base, la natación, al principio de comenzar la dieta y de ahí apareció el yoga en mi vida y de la mano del yoga, y en un momento de locura se cruzó una prueba de triatlón... Fue un reto entre los de clase de yoga, hacer un triatlón olímpico a ver qué tal se nos daba. Sufrí mucho, me caí mucho entrenando pero yo pensaba en acabarlo y fue pasar por el arco y tener un subidón, ver en mi cabeza todo lo que había hecho para adelgazar, volver a hacer deporte. Nos preparamos el de Buitrago por nuestra cuenta, me lo pasé muy bien, lo acabamos de las últimas pero me sentí tan bien, con el buen ambiente y me busqué un club de triatlón de Leganés, Zona de Meta, son súper majos y con buenos entrenadores, para competir o para participar.
Me cuesta mucho la carrera a pie porque tengo una lesión de cadera, pero ya iba a nadar, aunque iba con mi música, pero ahora empezaron las series, y empecé a mejorar y a tener más seguridad para hacer travesías.
¿Cómo te mantienes en tu peso?
Cuidando mi alimentación prácticamente es un 90% de productos de base vegetal y algo de carne o pescado, 2 días en semana. El año de confinamiento no he podido entrenar con el club de triatlón, pero estoy deseando volver a hacer triatlones y a poder entrenarlos. Procuro hacer deporte a diario, empecé con Chantal como entrenadora durante el confinamiento, me pauta cada semana y tiene en cuenta mi ciclo hormonal. Me ha ayudado a mejorar en la carrera, mi debilidad, y a entrenar con más sentido y más resultados.
¿Cuáles crees que son las claves de tu pérdida de peso?
Encontrar a mi Lydia, nutricionista y que yo estaba totalmente decidida a no hacer concesiones hasta alcanzar mi objetivo, sobre todo el primer año, el segundo fue más de pulir hábitos.
Cuando me apetece comer algo que no me conviene, me digo que sólo voy a disfrutarlo 3 minutos, y que si lo que tengo es ansiedad, es mejor esperar 5 minutos, te vas a sentir súper bien y vas a ser cada vez mejor en superar estos momentos de comer por ansiedad.
¿Tienes alguna frase o lema que te ayudó a adelgazar y quieras compartir para animar a otras personas a perder peso?
¡Aprende a controlar tu nivel de glucosa en sangre y no habrá ganas de atracones!
Tu mejor momento del día es…
EL DESAYUNO. Empecé con un café o infusión y pan con tomate y pavo, pero ahora tomo café y un bol con kéfir o bebida de almendras con copos de teff. Y si salgo con la bici, medio aguacate con una cucharada de limón en plan crema o un bocata de tomate natural.
Y tu peor momento del día es…
LA MERIENDA. Por mis horarios de trabajo preferiría no merendar y cenar, pero si no como algo, llegaría a casa con más hambre y necesito algo para poder entrenar por la tarde.
La entrenadora
Chantal Pitarch Moros (@xantyPM) en Instagram, ha sido la entrenadora de Nerea, es preparadora física especializada en entrenamiento personal, entrenamiento para la mujer y deportes de resistencia. Apasionada de la vida activa y la salud.
“Empecé con Nerea después del confinamiento en mayo 2020 online para entrenar en el triatlón de Buitrago, pero dada la pandemia pasamos a mejorar su condición física para que se sintiera mejor y liberarse estrés, mejorar sus puntos débiles y mejorar su salud.“
“Nerea es súper disciplinada, lo mejor es que con ella tengo un feedback continuo cada día, con sus sensaciones, dolores, y así puedo trabajar y ayudarla con su estrés. Lo que más le ha costado era el trabajo de fuerza, como a casi todas las mujeres, que solemos estar más orientadas al cardio, pero lo ha ido mejorando y ahora está ya muy centrada en su entrenamiento completo.”
La nutricionista
Lydia Zaragoza Calleja (NUYAD Nutrición y Asesoramiento Dietético), fue la coach nutricional de Nerea. Empezó con ella en 2016, cuando ya había adelgazado 9 kilos por su cuenta, hasta 2018 y con 15 kilos menos.
“En la primera consulta me di cuenta de que Nerea necesitaba más organización que sacrificio. Ella enseguida cambió cuando comprobó que al cubrir las necesidades del cuerpo ya no tenía ansiedad, y consiguió equilibrar sus ingestas de cada día, reforzándose con cada logro para llegar al peso que ella quería y con el que se encontraba bien. Trabajamos más como coach que con una dieta a seguir, con reeducación alimentaria. No le decía lo que tenía que hacer, le hice entender lo qué estaba haciendo hasta ahora y lo que necesitaba y requería para cambiar y poder perder peso”.
“De Nerea destaco que ha sido muy constante con la dieta, es muy obediente y no se ha puesto excusas. Desde el principio ha tomado su dieta como una prioridad, y cuando empezó a ver los primeros cambios hizo un click. Cada vez que conseguía un objetivo, no abandonaba e iba más allá, hasta el objetivo final”.
“Y lo peor o lo que más la costado quizás fue que tenía tendencia al dulce y comer comida ultraprocesada, lo que no le cubría sus necesidades de macro y micronutrientes y la generaba ansiedad, pero desde la primera semana se dio cuenta que al comer mejor desaparecía la ansiedad”.
“La gente busca una dieta e intenta adaptar su vida a esa dieta, y creo que es al revés, debes adaptar la dieta a tu vida, y así es como consigues que funcione a largo plazo”.