Llegan las vacaciones de verano, se acaba el colegio y los niños pueden aprovechar el verano para hacer posturas de yoga un poco más avanzadas de las habituales, que activan su energía de forma consciente, y les ayudan a pasar el tiempo sin tecnología ni pantallas de móviles y tabletas, aprendiendo a controlar su cuerpo, su mente y sus emociones.
1/ Mariposa
Baddha Konasana
Es una postura sencilla para empezar con calma, y centrarlos en la clase al trabajar la respiración, inhalando y exhalando por la nariz, despacio, entre 5 y 10 respiraciones.
2/ Mariposa al vuelo
Baddha Konasana con manos arriba
Variante de la primera postura para movilizar la espalda y los brazos, abriendo el pecho, notando cómo entra y sale más aire, intentando llegar más arriba con las manos al inhalar y relajando la postura al exhalar.
3/ Postura Girada de la cabeza a la rodilla
Parivrtta Janu Sirsasana
Estirando una pierna cada vez, se trabaja el giro lateral a cada lado al exhalar, intentando llegar más lejos con las manos cada vez, pero sin forzar. Repetir por el otro lado. Conviene empezar a estirar por el lado derecho.
4/ Cuervo-Grulla
Kakasana o Bakasana
Una postura difícil que a los niños les suele salir bastante bien, no sólo porque son más pequeños y ágiles, también porque trabajan mejor con el core abdominal para encontrar el equilibrio y no tienen miedo a caerse. Pueden empezar con la rana, ir dando saltos con un pie o con los dos y subir a cuervo o a grulla en varios pasos para que lo hagan con calma y trabajen la respiración manteniendo cada postura.
5/ Camello
Ustrasana
Una postura avanzada que a los niños les gusta mucho, primero porque son más flexibles y suelen tocarse los pies a la primera, y segundo porque es una apertura de pecho, que les ayuda a liberar tensiones y emociones reprimidas al trabajar inhalando y exhalando. Si el pequeño se agobia, algo que a veces pasa con niños más tímidos o retraídos, basta decirle que ponga las manos en las caderas, intentando juntar los codos, y lleve la cabeza hacia atrás suavemente, que no sienta tensión.
6/ Arco
Dhanurasana
Esta postura requiere flexibilidad y equilibrio, algo que a los más pequeños les sobra, pero también trabaja en apertura de pecho, liberando emociones y tensiones al exhalar. Es interesante comprobar cómo la postura del arco afecta de forma diferente a cada niño o niña. A los más tímidos los ayuda a abrirse y a los más lanzados los calma.
7/ Escorpión
Vrschikasana
Postura invertida avanzada, que suele ser bastante divertida y retadora para los niños, y que les ayuda a concentrarse para mantener la postura, y a trabajar la respiración para mejorar la flexibilidad y llegar, o no, a tocar la cabeza con los pies como si fuera el aguijón del escorpión.
8/ Guerrero 2
Virabhadrasana II
Vuelta a la realidad, en una postura de pie, energética y sencilla para que mejoren su posición natural y sientan como la respiración fluye más natural después de la práctica. Repetir con cada lado cambiando la pierna avanzada.
9/ Triangulo
Utthita Trikonasana
Al exhalar pueden bajar a triángulo, intentando mantener la postura lateral como si estuvieran entre dos paredes muy estrechas. Repetir con cada lado cambiando la pierna avanzada.
10/ Árbol
Vrksasana
Última postura de equilibrio, que requiere concentración y calma. Les ayuda a volver al mundo, enraizando los pies con el suelo y la cabeza con el cielo. Repetir con cada lado cambiando la pierna flexionada.
CONSEJOS para Yoga con Niños
- Cuando hagas yoga con los niños, déjalos a su aire, probablemente no sea una práctica silenciosa y calmada, pero ellos tienen su propio ritmo y van a disfrutar más si lo ven como un juego de posturas, en la que van retándose unos con otros, ayudándose y mejorando en poco tiempo.
- Céntrate en la respiración, recordándoles que inhalen y exhalen por la nariz, despacio y notando como el aire entra y sale de los pulmones en cada postura, tanto en las más sencillas como las más difíciles.
- Las clases con niños pueden resultar frustrantes a profesores experimentados si buscan seguir una estructura rígida. Libérate, saca tu lado más infantil y disfruta con ellos, los más pequeños están llenos de energía que te recarga las pilas si conectas con ellos.
- Prueba a cambiar el orden de las posturas empezando por la última de pie, y terminando por la primera ya sentados. Observa como la clase evoluciona diferente y pregúntales qué orden les gusta más, y por qué, que han notado al terminar. Generalmente las respuestas son muy interesantes y diferentes en cada uno.