Todavía debemos llevar mascarilla para prevenir la infección y reducir la expansión del virus Covid-19, especialmente cuando vamos a compartir espacios con terceros.
Pero usar mascarilla puede tener efectos contraproducentes en nuestra salud, como ansiedad y depresión del sistema inmune. Y cuanto más tiempo la llevemos puesta, más graves pueden ser sus efectos nocivos.
La buena noticia es que puedes reducirlos haciendo Yoga y aprendiendo a respirar.
Cuando llevamos mascarilla tendemos a hacer inhalaciones y exhalaciones más cortas, a respirar rápido y superficialmente, con la parte alta de tus pulmones. Esta respiración se asocia con estados de ansiedad y el estrés. Y estar respirando largo tiempo rápido y corto nos induce a estar más nerviosos y más ansiosos. Si te impacientas, o te pones de mal humor estos días, ésta puede ser la explicación.
Además de respirar más rápido, el aire que entra en nuestros pulmones tiene una cantidad mayor de CO2, y menor de oxígeno. La consecuencia es que los alveolos pulmonares lo tienen más difícil para hacer el intercambio de gases y nuestra sangre se oxigena menos. Por eso nos cansamos más, y tenemos menos energía.
Si a esto añadimos que las mascarillas de uso quirúrgico es normal que suelten pequeñas fibras microscópicas que están entrando en nuestros pulmones, intenta siempre que uses mascarilla respirar por la nariz para que las fibras microscópicas se filtren en las vías nasales, y cuando te la quites, realiza unos simples ejercicios de respiración para limpiar tus pulmones:
- Siéntate en la terraza, o en una habitación ventilada sobre tus talones, los empeines contra el suelo. Adopta una posición cómoda pero con la espalda recta.
- Coloca tu mano derecha en el abdomen, justo debajo de donde acaban las costillas. Al inhalar empuja la mano hacia delante con el abdomen para llevar aire a la parte baja de los pulmones. Al exhalar, contrae el abdomen, haciendo que tu mano derecha se mueva hacia dentro. Mantén esta respiración abdominal mientras vas inhalando más profundo cada vez.
- Coloca la mano izquierda encima del pecho e intenta que la mano izquierda también suba y se mueva hacia delante en la inhalación y hacia abajo y hacia atrás en la exhalación. Poco a poco vas prolongando las exhalaciones
- Después, lentamente, levanta las caderas, apoya las manos en el suelo y ponte en cuadripedia. Levanta la mano derecha y llévala a la izquierda, extendiendo el brazo pegado al suelo, llevando el hombro derecho en el suelo. En esta posición, vuelve a hacer respiraciones profundas. En esta posición cerramos el pulmón derecho y abrimos el izquierdo, y cuando inhalamos todo el aire entra en el pulmón izquierdo, moviéndolo y limpiándolo. Mantente en esta postura al menos 10 inhalaciones y exhalaciones profundas y luego repite con el otro lado.
- Incorpórate suavemente, y respira normal.
Aprender a respirar es fundamental para conseguir los innumerables beneficios que la práctica del Yoga aporta, no solo a nivel físico, sino también a nivel mental y emocional.