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El truco de la cuchara metálica en el microondas

Si alguna vez has metido algo de metal a tu microondas y aquello parecía la creación del Universo…lo estás haciendo mal. No solo no es peligroso sino que resulta recomendable meter una cuchara cuando calientas líquido, descubre el porqué.

Juanma Montero

2 minutos

El truco de la cuchara metálica en el microondas

Según los gráficos de mi nuevo microondas no debería meter un vaso muy lleno (sale un dibujo con él tachado) pero sí que puedo ponerlo con una cuchara dentro (el gráfico lo deja claro). ¿Pero no era peligrosísimo poner objetos metálicos dentro? ¿Tendría que poner una cuchara de madera? No creo que mucha gente tenga cucharas de madera para tomar el café, así que había algo misterioso en estos dibujitos que me propuse averiguar.

Este es el dibujito en el microondas que sembró todas las dudas.

Curiosamente una cuchara metálica te podría evitar un accidente que, por poco común, no es imposible: la erupción del agua al sacar la taza del microondas, un fenómeno que te podría provocar quemaduras. Este fenómeno ocurre cuando el agua o el café sobrepasa la temperatura de ebullición por el efecto de las microondas pero no hierve. En ese caso sacas la taza con el líquido a 100º C o más y basta con una vibración, con ponerle azúcar, introducir una bolsita de infusión o meter una cuchara para desencadenar la erupción, una proyección de vapor de agua y de agua hirviendo hacia arriba, justo donde estás tú mirando.

Una cuchara metálica permite a las burbujas de vapor que se forman en el agua crear núcleos de condensación, la cuchara hace de estructura física dentro de la taza, un punto donde las burbujas pueden ‘sujetarse’, para facilitar la formación del vapor y evitar que este se origine de repente a posteriori. ¿Pero si es metálica no van a saltar chispas por todas partes? Que nadie se líe, la recomendación de introducir objetos metálicos en los microondas ‘sigue vigente’, pero realmente esto depende del objeto metálico que se use.

La cuchara metálica no es un objeto problemático por sus formas redondeadas, mientras que un tenedor, por ejemplo, sí lo es ya que sus puntas concentran la electricidad y entre puntas contiguas, a poca distancia, saltan los electrones por el aire como pequeños rayos en una tormenta miniatura. Lo mismo pasaría con un cuchillo, que tiene formas puntiagudas. El problema son los vértices y los ángulos, por eso si metieras papel aluminio completamente plano y separado al menos 3 o 4 cm de las paredes del microondas, que también son metálicas, no saltarían chispas, pero bastaría con que lo arrugaras y crearas un relieve para que los picos y los pliegues atrajeran a los electrones, que se concentrarían por un ‘efecto pararrayos’ en esos picos y así empezaría el espectáculo en tu cocina.

Atención porque la cuchara también puede reaccionar con las paredes metálicas del propio microondas, cerciórate de que queden varios centímetros de separación hasta la parte alta del micro y hasta sus paredes. Tampoco debes meter recipientes o vasos metálicos ni bandejas u otros elementos, como podemos ver en estas recomendaciones.

Con una cuchara en la taza, si la temperatura del líquido supera el punto de ebullición, este proceso ocurre de forma natural dentro del microondas, algo que tú ya ves al abrir la puerta del electrodoméstico, en lugar de producirse un estallido de burbujas después de sacar la taza.

Si no quieres poner una cuchara, consigues lo mismo dejando la bolsa de infusión dentro de la taza o simplemente poniéndole el azúcar o el café instantáneo previamente, ya que estos materiales permiten lograr el mismo efecto de formación de las burbujas de ebullición en su momento y no a posteriori.