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1/ ¡Al agua!
Después de ocho horas de sueño y por tanto sin beber, es prioritario rehidratar tu cuerpo y la fruta es la forma más saludable de reponer líquidos.
No solo porque en su composición encontramos entre un 90 y un 98% de agua, si no porque ese líquido está enriquecido con un montón de oligoelementos, enzimas y vitaminas esenciales para rehidratar nuestros tejidos.
2/ Meganutrición
El mejor momento para tomar fruta es cuando te encuentras en ayunas. Sus vitaminas y azúcares son asimilados fundamentalmente en el intestino delgado y cuando se ingieren previamente otros alimentos, la fruta no llega directamente al intestino y se queda en el estómago, produciéndose un proceso de fermentación que impide que esos nutrientes se asimilen en igual medida.
3/ ¡Máquina en marcha!
Las frutas son ricas en fibras, que contribuyen a "poner en marcha" tu intestino.
Siempre es mejor comer la fruta entera, a ser posible con piel (si es de cultivo biológico y está bien lavada). Si prefieres los zumos vas a perder gran parte de la fibra y bastantes nutrientes. Intenta al menos que sean recién exprimidos para evitar que la pérdida de vitaminas aumente según pasan los minutos.