Comer de vez en cuando una oncita de chocolate tiene importantes beneficios para tu salud. No obstante, es importante asegurarnos que se trata de “chocolate negro" o puro (con una concentración de cacao superior al 75 %) y que controlamos las cantidades, porque se trata de un alimento alto en grasas y azúcares, y por lo tanto muy calórico.
Un buen truco es no tomarlo cuando sintamos hambre (va a ser difícil controlarlos y comeremos de más) y dejarlo para un momento de relax en el que ya nos sintamos saciados.
- Mejora el estado de ánimo. ¿Alguna vez te has preguntado por qué el chocolate es tan adictivo? Más allá de su sabor, contiene feniletilamina, similar a la que segrega nuestro cerebro cuando nos enamoramos. Por eso es considerado también por muchos un alimento afrodisíaco.
- Potente antioxidante. Contiene catequinas, epicatequinas y procianidinas que contribuyen a contrarrestar el estrés oxidativo que se produce durante los entrenamientos, mejorando la recuperación deportiva y previniendo el envejecimiento prematuro y algunas enfermedades.
- Previene la hipertensión y mejora la circulación. Contiene óxido nítrico, que ayuda a relajar las arterias.
- Te despierta y te ayuda a rendir más. Posee teobromina, una sustancia de acción muy semejante a la cafeína.
- Ayuda a prevenir la diabetes. Consumido diariamente en pequeñas cantidades, mejora las enzimas hepáticas y previene la resistencia a la insulina.