Dietas y Nutrición

Cómo puedo saber si tengo hígado graso y cómo tratarlo

Para combatir esta dolencia, lo más importante es perder peso de forma saludable, parece fácil decirlo, pero sabemos que no lo es ya que implica cambiar radicalmente de hábitos. Te lo contamos todo...

Redacción Sport Life

2 minutos

Cómo puedo saber si tengo hígado graso y cómo tratarlo

El hígado es uno de los órganos más importantes que tenemos. Dentro de él se desintoxican las sustancias inflamatorias que se almacenan en nuestro cuerpo. Sin embargo, hay una enfermedad cuya consecuencia es que este órgano trabaje menos o peor, provocando que no pueda hacer bien sus funciones.

Esta se llama hígado graso.

¿QUÉ ES EL HÍGADO GRASO?

Existen dos tipos de hígado graso:

  1. El 'alcohólico': característico en aquellas personas que beben mucho alcohol.
  2. El 'no alcohólico': que se desarrolla por determinados hábitos de vida.

En el hígado hay unas celdas llamadas hepatocitos, las cuales se van llenando de glucosa para darnos la energía que necesitamos en el día a día.

El problema es que hay personas que comen muchos azúcares e hidratos de carbono simples o tienen exceso de peso, lo que provoca que los hepatocitos se llenen de glucógeno y este se transforme en grasa. Aquí empieza el problema.

¿Cómo puedo saber que tengo hígado graso?

Es complicado conocer si se tiene hígado graso con tan solo detectar algún síntoma en nuestro cuerpo.

  1. Una analítica que muestre colesterol alto o transaminasas elevadas, que son unas enzimas del hígado, pueden ser algunas de las señales.
  2. Con una ecografía, dónde saldrían los hepatofitos llenos de grasa.

¿Cómo combatir / prevenir el hígado graso?

  • Lo más importante es perder peso de forma saludable. Cuanta menos grasa corporal tengamos, menos probabilidad de padecerlo.
  • Ejercicio físico: tanto cardiovascular como de fuerza, pues este hace que se vacíen las reservas de glucógeno y grasa de nuestro cuerpo.
  • Alimentación: son ideales aquellos vegetales que tienen un sabor un poco amargo ayudan a desintoxicar el hígado. La rúcula, la escarola o la berenjena; plantas como la ortiga, el tomillo o la alcachofera tienen un efecto protector y en infusión ayudan bastante.

EVITAR:

  • Los azúcares, edulcorantes y carbohidratos simples, como el pan blanco, la pasta, pizzas, respostería o ultraprocesados.
  • También habría que evitar las grasas trans e inflamatorias, como los fritos, aceite de girasol, margarinas o aceite de palma.
  • La fructosa tampoco es aconsejable cuando se padece de hígado graso. No es tanto la fruta en sí, como la fructosa que encontramos en mermeladas, algunos yogures azucarados, zumos.

En esta línea tendríamos que priorizar los smoothies o la fruta a bocados, intentando acompañarla de algo más cuando se toman fuera de la comida, pues hay que rebajarles el índice glucémico. Se puede acompañar de unos pocos frutos secos, un poco de yogur o alguna loncha de queso.

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