Avena
Supone una gran fuente de hidratos de carbono que no provoca los “picos de energía” (con la consiguiente bajada posterior) que acompañan a otros cereales, por lo que resulta perfecta para mantener estables tus niveles de energía hasta la hora de comer.
Fruta natural
Intenta que sea de temporada y de cultivo ecológico, para que puedas comerla con piel (siempre que sea posible). La fruta contiene mucha fibra y su alto contenido en fructosa es ideal para mantenerte activo toda la mañana.
Huevos
Aportan a tus músculos las proteínas que necesitan tras el ayuno nocturno y que tienen un efecto saciante que contribuirá a que no te “desplomes” a media mañana.
Café
Es de sobra conocida la capacidad de la cafeína para despertarte, mantener alerta tus sentidos y mejorar tu rendimiento. Pero ten cuidado, si te pasas, puede provocar insomnio y nerviosismo. Por eso el desayuno es perfecto para tomarte un café… queda mucho tiempo hasta que vuelvas a la cama.
Yogur
Su alto contenido en calcio contribuye a mantener tu peso a raya y resulta más fácil de digerir que la leche, para que tengas una mañana perfecta.