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Las métricas del entrenamiento de fuerza que te conducen al éxito

A las clásicas (carga, peso, descanso. índice de esfuerzo percibido...) se unen otras como ROM (amplitud de movimiento) o perfiles de fuerza

Technogym

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Las métricas del entrenamiento de fuerza que te conducen al éxito

En el entrenamiento de fuerza, el progreso se mide mediante la constancia y las ganancias graduales: levantar más peso, completar una repetición adicional o controlar mejor el tempo. Sin embargo, detrás de estos hitos tangibles se esconde una capa más profunda de datos. La evolución del análisis de datos en el mundo del fitness ha abierto un nuevo mundo de perspectivas, aunque en los últimos años ha sido más notable en los deportes de resistencia. En el mundo de la salud, el bienestar y el fitness, está naciendo una nueva era en el entrenamiento de fuerza y la supervisión, ofreciendo a los entusiastas del ejercicio físico una forma de optimizar sus rutinas, gestionar la fatiga y evitar las mesetas de entrenamiento. A medida que el seguimiento de los datos se vuelve más sofisticado, permite a los usuarios comprender no solo si están progresando, sino cómo y por qué, transformando cada entrenamiento en una oportunidad para perfeccionar, ajustar y maximizar los resultados.

La clave del entrenamiento de fuerza basado en datos reside en las métricas. Tradicionalmente, las métricas del entrenamiento de fuerza se centraban en la carga, las repeticiones, las series, los intervalos de descanso y el Índice de Esfuerzo Percibido (RPE), puntos de datos esenciales que estructuran el entrenamiento y reflejan el progreso alcanzado. No obstante, los avances en tecnología inteligente están mejorando esta base, permitiendo a los usuarios recopilar una gama más amplia de datos con mayor precisión y profundidad. Este cambio está introduciendo a la industria en una nueva era del entrenamiento de fuerza, en la que la tecnología no solo realiza un seguimiento de las métricas establecidas, sino que introduce capas adicionales de datos, aportando una visión y un control nunca visto.

No hace falta decir que, para hacer un seguimiento del rendimiento de la fuerza, las métricas tradicionales siguen siendo fundamentales y constituyen la base de esta parte de la industria.

1. Carga (peso): el peso levantado en cada ejercicio es el elemento fundamental del entrenamiento de fuerza. La carga está directamente relacionada con la adaptación muscular; a medida que el peso aumenta, los músculos se ven obligados a adaptarse haciéndose cada vez más fuertes. Controlar la carga a lo largo del tiempo permite un aumento progresivo, minimizando el riesgo de estancamiento o lesión.

2. Volumen (series x repeticiones): el volumen mide la carga de trabajo total multiplicando las series y repeticiones completadas. Proporciona información sobre el equilibrio entre intensidad y volumen, para ayudar a los usuarios a estructurar sus rutinas en función de sus objetivos. Mantener un volumen constante o creciente a lo largo del tiempo indica adaptación, convirtiéndose así en un indicador fiable del progreso.

3. Períodos de descanso: los intervalos de descanso entre series repercuten en la intensidad y el gasto energético de un entrenamiento. Realizar un seguimiento coherente de los intervalos de descanso garantiza la alineación con los objetivos específicos del entrenamiento y ayuda a preservar la integridad de los entrenamientos, especialmente a medida que estos aumentan en dificultad.

4. Índice de Esfuerzo Percibido (RPE): el RPE ofrece una medida subjetiva del esfuerzo y la fatiga, lo que permite a los usuarios determinar la intensidad de cada sesión. El seguimiento del RPE ayuda a ajustar la intensidad del entrenamiento en función de la preparación física, evitando sobresfuerzos y ayudando en la gestión de la recuperación.

Sin embargo, aunque estas métricas tradicionales constituyen la base de un entrenamiento de fuerza eficaz, dependen en gran medida del seguimiento manual y del juicio subjetivo. Además, los medios tradicionales de seguimiento pueden dar lugar a errores o incoherencias. Este enfoque, aunque funcional, carece de la información en tiempo real y la precisión que ofrece la nueva tecnología de fuerza como Biostrength y las nuevas Technogym Connected Dumbbells.

Tecnología inteligente: ampliar las métricas y mejorar la precisión

Los avances en la tecnología inteligente aplicada al entrenamiento de fuerza están revolucionando el panorama, mejorando las métricas fundamentales con mayor precisión, personalización y nuevos puntos de datos. A continuación, te contamos cómo la tecnología inteligente, como la gama Biostrength y las Connected Dumbbells, está reestructurando el entrenamiento de fuerza con métricas adicionales que antes eran difíciles de medir con precisión.

1. Amplitud de movimiento (ROM): actualmente, los equipos inteligentes realizan un seguimiento de la amplitud de movimiento con una precisión excepcional, lo que garantiza que cada repetición logre una activación completa de los grupos musculares objetivo. La ROM es crucial, ya que una amplitud completa del movimiento generalmente activa más fibras musculares, lo que puede mejorar el desarrollo muscular y la flexibilidad. Mediante el seguimiento de la ROM, la tecnología ayuda a identificar y corregir la técnica, lo que permite a los usuarios maximizar la eficacia de cada ejercicio.

2. Tipos de resistencia variada (perfiles de fuerza): la tecnología inteligente permite a los equipos ajustar la resistencia de forma dinámica, adaptándose a la curva de fuerza natural del usuario en todo el movimiento. Conocida como resistencia variada o perfil de fuerza, esta característica se adapta a la realidad de que los músculos pueden soportar cargas diferentes en las distintas fases de un ejercicio. Al alinear la resistencia con esta curva, la tecnología permite trabajar los músculos con mayor eficacia. Por otra parte, permite el uso de diferentes tipos de resistencia, como la sobrecarga excéntrica, la resistencia viscosa o la elástica en una sola máquina.

3. Ajustes en tiempo real según el rendimiento individual: los equipos inteligentes se adaptan en tiempo real en función de las métricas de rendimiento y los niveles de fatiga del usuario: ajustan automáticamente la carga, el volumen o incluso sugieren modificaciones a mitad del entrenamiento. Además, ofrecen orientación y sugieren adaptaciones en función de tu ejecución, especialmente cuando se utilizan las Connected Dumbbells. Este nivel de personalización garantiza que el entrenamiento siga siendo exigente, pero, al mismo tiempo, llevadero.

4. Mayor precisión gracias a la integración de las métricas: los modernos equipos de entrenamiento de fuerza inteligentes no se limitan a realizar un seguimiento independiente de cada métrica, sino que las combinan para ofrecer un análisis más completo de cada entrenamiento. Al integrar los datos de carga, tempo, ROM y perfil de fuerza, estos sistemas proporcionan a los usuarios una visión holística de su rendimiento. Este enfoque unificado de los datos permite a los usuarios realizar ajustes detallados que se ajusten a sus objetivos específicos. La combinación de estas métricas ofrece una imagen precisa y rica en datos, lo que permite una toma de decisiones más inteligente y una progresión más eficaz.

Un futuro basado en datos para el entrenamiento de fuerza

La integración de la tecnología inteligente en el entrenamiento de fuerza ofrece mucho más que comodidad: transforma la experiencia del entrenamiento y ofrece un nivel de precisión, personalización y seguridad sin igual. A medida que los equipos inteligentes evolucionan, los datos influirán cada vez más en la forma en que las personas abordan su entrenamiento, haciendo que el desarrollo de la fuerza no solo consista en levantar pesas, sino en hacerlo de forma inteligente y eficaz.

En un futuro repleto de entrenamientos de fuerza basados en datos, cada repetición, serie y carga estará guiada por información que antes solo estaba al alcance de los atletas de élite y sus entrenadores. Gracias al seguimiento en tiempo real, los ajustes adaptativos y la máxima precisión, los usuarios pueden perseguir sus objetivos con seguridad, sabiendo que cada entrenamiento no es solo un paso hacia delante, sino un salto optimizado y calculado para desarrollar su potencial. La era del entrenamiento de fuerza basado en datos ya está aquí, y promete un futuro más fuerte y saludable gracias al poder del movimiento basado en información.

 

 

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