Existe una relación directa entre el ejercicio y la salud de las mitocondrias. Hasta hace poco, se recomendaba ejercicio aeróbico para aumentar el número de mitocondrias y mejorar su salud, pero desde hace unos años se ha demostrado que también el entrenamiento de resistencia o de fuerza tiene una relación directa con el número, y especialmetne con el tamaño y la función de las mitocondrias en las células musculares.
Repasando las clases de biología, las mitocondrias son los principales orgánulos responsables de producir energía en las células a través de un proceso llamado respiración celular. Durante el ejercicio, especialmente el ejercicio de resistencia o entrenamiento de fuerza, los músculos experimentan un estrés metabólico y una demanda de energía más alta.
Este estrés metabólico desencadena adaptaciones en las células musculares, incluyendo el aumento en número y tamaño de las mitocondrias, lo que se conoce como "biogénesis mitocondrial".
En resumen, el ejercicio regular y desafiante puede estimular el crecimiento y la densidad de las mitocondrias en las células musculares, lo que puede mejorar la capacidad del músculo para generar energía de manera más eficiente.
Estas adaptaciones mitocondriales se traducirían en:
- Mejora en la capacidad aeróbica.
- Mayor metabolismo de las grasas durante el ejercicio
- Respuesta muscular más eficaz a las demandas de energía.
Además, las mitocondrias más grandes y eficientes pueden ayudar a reducir la fatiga muscular y a mejorar la resistencia durante el ejercicio prolongado.
En conclusión, el ejercicio regular y variado, especialmente el entrenamiento de resistencia y fuerza, puede desencadenar adaptaciones en las mitocondrias musculares, mejorando su capacidad para producir energía y contribuyendo a una mejor salud y rendimiento físico.