Sergio tiene 16 años y va a pasar a Segundo de Bachillerato a la vuelta del verano.La verdad es que es un fracaso de nuestra sociedad aceptar sin ningún problema y sin que cause ningún ruido que a partir de los 17 años, e incluso antes de entrar a la Universidad, la Educación Física quede reducida sencillamente a cero. Ese es el valor que realmente le dan nuestros políticos al deporte más allá del enorme ritmo al que corren a entregar copas a Nadal, al Real Madrid, a Alcaraz o al héroe de turno que les pueda mejorar la imagen.
Si durante todo el periodo desde primaria a primero de Bachillerato la Educación Física es, hay que decirlo claro, materia de “segunda división”, reducida a dos clases de apenas 45 minutos, en segundo de Bachillerato, cuando sería tan importante para mantener el hábito deportivo de cara al periodo universitario, desaparece totalmente. ¿Es que nuestros hijos van a saber menos matemáticas, menos lengua o menos química por tener un par de horas a la semana de Educación Física?
En mi opinión es un gravísimo error. Justamente es el año en el que el deporte más les puede ayudar cuando tienen la “amenaza” de la selectividad. Cuando más puede funcionar el deporte como “anti-estrés” y cuando más les pueden ayudar los valores que contagia de esfuerzo, superación, o de prepararse para alcanzar meta. Y si encima los datos que tuviéramos de práctica deportiva en adolescentes españoles fueran buenos….todos sabemos que el nivel de forma física cae en picado ante la competencia de los móviles, las redes sociales y los videojuegos.
Y luego nos vienen con informes de la obesidad infantil que parece que toda la culpa la tienen los padres por la merienda que dan a los hijos cuando los que pueden cambiar las cosas desde la herramienta más poderosa, la educación, siguen dejando pasar el tiempo.