El European Hydration Institute (EHI), fundación que promueve la hidratación humana y sus efectos para la salud, advierte de la importancia de mantener una adecuada hidratación. Según Lluís Serra-Majem, miembro del Comité Científico Asesor del EHI: "las consecuencias de no estar correctamente hidratados en la salud pueden ser de dos tipos: agudas, que pueden aparecer en horas o a los pocos días de beber pocos líquidos, como dolor de cabeza, falta de concentración, sed o incluso pérdida de conciencia, o crónicas, como estreñimiento, falta de rendimiento, o incluso en enfermedades más graves. Hay que prestar especial atención de cara a la operación salida, si viajamos en avión, o en coche especialmente. Mientras viajamos en transporte público o privado debemos tener unas pautas de hidratación particulares, sobre todo cuando vamos al volante: sería conveniente, al menos, beber cada dos horas, no mientras conducimos sino parar, hacer ejercicio y beber líquido. La deshidratación aumenta el riesgo de accidentes de tráfico".
Otro factor a tener en cuenta es el aire acondicionado aumenta el riesgo de un estado de hidratación inadecuada convirtiendo el aire en seco y menos húmedo, por ello debemos beber más para no sufrir los efectos de la deshidratación.
El aporte hídrico de una correcta dieta proviene de: un 50% en forma de agua, un 30% de otras bebidas, y un 20% a partir de otros alimentos. Sin embargo las necesidades de hidratación varían según la edad, en hombres, mujeres y niños, así como las condiciones físicas, y medio ambientales. "Aproximadamente se deben beber unos 2l. - 2,5l. al día, a partir de variedad de bebidas, y alimentos. Una buena recomendación es ingerir aproximadamente 8 vasos al día", cuenta el profesor Serra. "Es muy importante equilibrar las ingestas, lo que bebemos, con lo que perdemos, básicamente las pérdidas se producen por orina, por sudoración o incluso por transpiración, y el mantener este equilibro nos garantiza una buena hidratación".
La sed es un indicador para regir lo que tenemos que beber, pero sin embargo: "A veces la sed aparece cuando ya existe una cierta deshidratación… hay ciertos grupos de edad donde esto no funciona… en niños y personas mayores, el signo de sed es tardío o inadecuado, muchas veces no responde a una necesidad real…", advierte Lluís Serra- Majem.
Aparte de la sed, existen ciertos indicadores que, con un simple gesto, nos pueden señalar nuestro estado de hidratación. Uno de ellos es el color de nuestra orina: "si son claras indican un aumento de hidratación, y orinas más oscuras indican una cierta deshidratación… por eso lo ideal es tener colores intermedios"; y otro la pérdida de peso: "cuando se realiza una actividad física intensa o incluso dormidos, la pérdida de peso es un síntoma de pérdida de agua", apunta el experto.
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