Deporte sin jugarse la piel

Aprende a cuidarla

Satra Alvarez

Deporte sin jugarse la piel
Deporte sin jugarse la piel

 

Nuestra piel es la parte de nuestro cuerpo más expuesta y vulnerable. Durante el invierno, sufre por la polución y los cambios bruscos de temperatura, pero al llegar el verano aumentan los roces y la exposición solar… que se acentúan con los entrenamientos.

  • Hidrátate bien. Beber suficiente es clave para tu salud, tu rendimiento deportivo y el aspecto de tu piel, que sufre durante los entrenamientos por la sudoración, los posibles roces y las condiciones ambientas (sol, viento, frío…)
  • Hidratación también por fuera. Una buena crema hidratante o aceite de argán o rosa mosqueta te ayudan a conseguir una piel radiante y prevenir roces y ampollas. Insiste especialmente en las zonas más expuestas (cara, cuello y manos), en los pliegues y entre los dedos de los pies. 
  • Protección contra los roces. Cualquiera que haya participado en una prueba deportiva de larga duración sabe que hay zonas en las que tarde o temprano terminas por rozarte. Pueden ser las axilas, los muslos, los pezones… cada persona conoce sus puntos débiles. Siempre que te sea posible, protege esas zonas con la ropa (que no queden “piel con piel”) y en caso de que no resulte posible, aplica vaselina.