1. Proponte sentirte mejor, ser más feliz haciendo deporte, no busques objetivos externos
No pienses en ganar una competición, perder dos tallas o conseguir mejor marca que tu vecino. Céntrate en ti, en cómo estás mejorando y en qué te hace sentirte bien. Si el deporte que practicas es una fuente de sufrimiento, si no disfrutas, cambia de modalidad deportiva.
2. Quiérete mucho
Debes tener claro que haces deporte porque te quieres a ti mismo y a tu cuerpo, no porque te odias y quieres cambiarlo.
3. Busca un grupo de entrenamiento que te haga sentir bien
Entrenar con personas que comparten nuestro nivel en principio es muy positivo, pero si empiezan las rivalidades, cada entrenamiento se convierte en una competición y cada competición en un martirio. Vas a tener todos los inconvenientes del deporte de alto rendimiento… sin ninguna de sus ventajas.