Entender cuáles son las lesiones de rodilla más comunes nos ayudará a evitarlas, tanto si somos propensos a ellas como si nunca hemos padecido ninguna. No en vano, estamos hablando de un tipo de lesión bastante habitual, ya que sobre estas articulaciones cargamos nuestro peso y en ocasiones podemos hacer movimientos que las perjudiquen. Aunque de forma genérica se alude a la rodilla y podemos pensar que es el hueso el que sufre, lo más común es que sean los tejidos blandos los que se ven perjudicados, como es el caso de los ligamentos o los tendones.
Los síntomas más habituales de las lesiones de rodilla incluyen rigidez, inflamación, dolor y limitación de movimientos. En ocasiones, si no se trata de una rotura en sí y el dolor no es muy fuerte, hay quienes pueden seguir entrenando o haciendo vida normal, sin ser conscientes de que en realidad padecen una lesión de rodilla, algo que solo hará empeorar el cuadro clínico. Ante la duda, siempre debemos consultar a un especialista para que evalúe si existe algún daño en esta o en cualquier otra zona del cuerpo para evitar que vaya a más y resulte más difícil y larga su curación.
3 lesiones de rodilla comunes
Lesión en los ligamentos de las rodillas: los ligamentos (laterales y cruzados) son los que conectan los huesos y ofrecen estabilidad a la rodilla. Esta lesión normalmente ocurre cuando hay un estiramiento y rotación simultáneos en ellos.
Lesión por uso excesivo (tendinitis): esta lesión es muy habitual en corredores y afecta a los tendones que conectan la rótula con el muslo. Se produce debido a un desgaste alto y continuado de estos tendones. También resulta común en los deportistas que están habituados a saltar (tendinitis rotuliana).
Lesión de menisco: comúnmente conocido como menisco, en realidad se trata de un fibrocartílago cuya función es amortiguar los impactos que se reciben entre el húmero y la tibia. También es una lesión muy habitual, sobre todo en los deportes de contacto o como consecuencia degenerativa de la edad.