Receta de helado de plátano, avena y chía

Receta de helado de plátano, avena y chía

Este helado es una opción deliciosa y saludable, perfecta para disfrutar en cualquier momento. ¡Esperamos que lo disfrutes!

Ingredientes:

• 2 plátanos maduros
• 1 taza de leche de avena (puedes usar otra leche vegetal si prefieres)
• 1/2 taza de copos avena
• 2 cucharadas de semillas de chía
• 1/4 taza de miel o jarabe de arce (opcional, según tu preferencia de dulzura)
• 1 cucharadita de extracto de vainilla

Opcional: 1/2 taza de frutas adicionales como fresas o arándanos o de frutos secos como pistachos, almendras o nueces (opcional, para añadir textura y sabor)

Preparación

1. En un bol, mezcla la avena con la leche de avena y las semillas de chía. Deja reposar la mezcla durante al menos 30 minutos o hasta que la avena y la chía hayan absorbido la leche y la mezcla esté espesa. También puedes dejarla reposar toda la noche en el refrigerador.

2. Pela y corta los plátanos en rodajas. Coloca las rodajas de plátano en una bandeja y congélalas durante al menos 2-3 horas o hasta que estén completamente congeladas.

3. En una licuadora o procesador de alimentos, agrega los plátanos congelados, la mezcla de avena y chía, la miel o jarabe de arce, y el extracto de vainilla. Licúa hasta obtener una mezcla suave y cremosa. Si la mezcla está demasiado espesa, puedes agregar un poco más de leche de avena para alcanzar la consistencia deseada.

4. (Opcional): Puedes añadir frutas adicionales (como fresas, arándanos, o mango) o nueces (como almendras o nueces) a la mezcla y licuar ligeramente para incorporar.

5. Vierte la mezcla en un recipiente apto para congelador. Cubre el recipiente y congela durante al menos 2-3 horas, o hasta que el helado esté firme.

6. Saca el helado del congelador unos minutos antes de servir para que se ablande un poco. Sirve el helado en tazones o conos y disfruta.

Consejos:

• Para una textura más suave, puedes batir el helado una vez más después de una hora de congelación y luego volver a congelarlo.
• Puedes ajustar la dulzura al gusto añadiendo más o menos miel o algún edulcorante.
• Experimenta con diferentes adiciones como trozos de chocolate, coco rallado o especias como la canela.