La sequía que padece Cataluña ha llevado a la Generalitat a anunciar medidas que han levantado gran polémica. Una de ellas es la prohibición de ducharse en los vestuarios de los centros deportivos. Lo amunció el consejero de Acción Climática, David Mascort, asegurando que el consumo de agua es mucho mayor que en una ducha doméstica. La medida entrará en vigor el 1 de enero, dentro de la fase más restrictiva del Plan Especial de Sequía (PES).
La Asociación de Empresas de Clubs Catalanes de Fitness (Adecaf) no ha tardado en reaccionar a esta prohibición protestando por una decisión que consideran “unilateral e inútil porque perjudica al sector y no beneficia a nadie”. Desde Adecaf insisten que ellos ya llevan años tomando medidas para reducir el consumo de agua, por ejemplo, con temporizadores que cortan el paso de agua a las duchas. Según sus datos, las duchas de los gimnasios gastan entre 40 y 60 litros frente a los 100 litros de los aseos domésticos.
Las que se han salvado en esta ocasión han sido las piscinas, cuyo llenado sigue permitido.