Protagonista de la portada de la edición 252 de Sport Life Especial #yoentrenoencasa, tuvimos ocasión de hablar con la mejor karateka mundial en kata, y esto es lo que nos contó durante el rato que pudimos compartir con ella.
Sandra, ¿qué te ha parecido la decisión del Comité Olímpico Internacional de aplazar los Juegos a 2021?
La más justa. Los Juegos tienen que estar presididos por el Fair Play, y eso empieza por llegar todos en las mismas condiciones. Ahora sólo podemos pensar en la salud de todos por lo que, en mi opinión, no había otra decisión posible.
¿Cómo queda tu posición con el aplazamiento a 2021 de los Juegos de Tokio?
Está todo en manos de la Federación Internacional; pero yo había puntuado en muchos campeonatos y seguro que lo tendrán en cuenta. Quedaban apenas un par de campeonatos que esperemos los pongan en calendario y ya un preolímpico para terminar de cuadrar las plazas.
¿Cómo estás viviendo estos momentos de confinamiento por el coronavirus Covid-19?
Son momentos duros como deportista y sobre todo como persona. En lo deportivo tengo suerte, porque tengo tatami y entrenador en casa, pero a otros compañeros les está costando poder mantenerse en forma, aunque lo que cuenta ahora es poner todo nuestro corazón y nuestra cabeza en superar este momento como sociedad todos unidos. Sólo podemos cuidar a las personas que tenemos alrededor y quedarnos en casa como nos han pedido para ayudar a nuestros equipos sanitarios.
KARATEKA DESDE LOS CUATRO AÑOS
¿Karateka desde cuándo, Sandra?
Desde muy pequeña. Cuando apuntaron a mi hermano yo tenía cuatro años. Yo veía “Bola de Dragón" con él, me peleaba con él y quería lanzar ondas vitales y poco más. Como apuntaron a mi hermano yo quería estar donde estuviera él. ¡Si él hubiera estado en sevillanas, pues yo sevillanas! Pero empecé a hacer katas, kumite, empecé a engancharme y descubrí que realmente me gustaba.
¿Qué fue lo que te enganchó de este deporte?
Que siempre aprendía más cosas, ese aprendizaje continuo era lo que mantenía mi ilusión. Que podía llegar a casa y seguir practicando yo sola en mi habitación las katas sin necesitar a nadie más.
Ahora estás muy cerca de cumplir tu sueño, eres número uno del mundo, pero el camino ha sido todo menos fácil.
La vida es una montaña rusa, pero para todo el mundo, todo el mundo lleva su mochila. Yo he vivido mis cosas, porque no llegaba el momento. Hay una línea muy fina entre dejar de creer en ti misma, en hacer caso a algunos de los que están al lado y seguir creyendo y luchando por tu sueño. Llegas a pensar “lo mismo estoy viendo cosas que no son"; ser consciente y realista que sí y que llega un momento que confunde, tantos años intentándolo sin que llegue esa oportunidad, dudas de si ellos tienen razón y tú eres la que ves una realidad que no existe. Decidí aguantar y al final llegó esa oportunidad. Yo creo que el hecho de que me dijesen tantas veces que no, fue lo que forjó mi personalidad.
¿Hobbies?
La lectura, la música, las manualidades como pintar camisetas, y cocinar galletas de avena y chocolate.
¿Qué personas han sido claves en tu largo camino hacia lo más alto del kárate?
Para empezar, Javier Pineño, mi maestro desde que empecé. Me ha formado como karateka, pero sobre todo como persona. Yo en él he tenido un gran ejemplo de humanidad, de dar todo lo que tiene. Jesús del Moral fue un antes y un después en mi carrera deportiva y sobre todo en mi vida personal. Y en letras mayúsculas, mi familia que ha visto lo que he ido sufriendo y luchando, que han sufrido y luchado a mi lado, mis padres que han viajado a todas partes, que viendo que no te llaman, que pasa otra oportunidad y nada, me seguían animando… ¡Gracias!
Has tenido dos periodos fuera de España
Muy diferentes. Estuve en Australia tras terminar mi carrera universitaria. Como no acababa de dar el salto en el kárate decido invertir mi tiempo en desarrollar mi trabajo y aprender idiomas. En Dubai fui porque un club me vio competir, pensaron en mi proyección y apostaron por mí, lo que me abrió las puertas a competir en el circuito mundial.
La edad ha sido otro de los obstáculos que te has encontrado
¡Yo digo que cada vez estoy más en forma y que voy restando años! Con 33 años, cuando por fin me llega la oportunidad para acudir al Campeonato de Europa con el equipo nacional, hubo comentarios de que era mejor, aunque yo pudiera hacerlo bien en ese momento, mandar a alguien más joven que tuviera más proyección de futuro. ¡Creo que he demostrado que no se equivocaron apostando por mí! Claro que la edad cuenta, pero suman más cosas: la prevención de lesiones, la calidad del entrenamiento, la ilusión, la calidad de vida, la alimentación…cada día hay más ejemplos en todos los deportes que muestran que las carreras deportivas se están alargando.
¿Qué le falta al Kárate en España?
No sólo es a mi deporte, a casi todos nos falta visibilidad. La estamos consiguiendo gracias a haber entrado en el programa olímpico, por eso es tan dañino para el kárate no estar en el programa de los Juegos de Paris 2024. También están ayudando los buenos resultados y luego creo que la labor personal de los karatekas de difundir nuestra pasión en las redes sociales.
¿Ya tienes pensado qué Sandra habrá después de la Sandra Karateka?
No tengo un futuro determinado porque hasta ahora me ha sorprendido y quiero que me siga sorprendiendo. Dejo muchas puertas abiertas, aunque sí que tengo claro que quiero transmitir lo que estoy viendo, lo que estoy siendo, por lo que nunca estaré lejos del kárate y del mundo del deporte.