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"Después de entrenar, me desayuno un chuletón y cuatro huevos"

Entrevistamos a Carles Coll tras conseguir el titulo de campeón del mundo de 200 metros braza en piscina corta

Fran Chico

1 minuto

Carles Coll

Nos ha dado una de las últimas grandes alegrías de 2024. Este chico que nació en Tarragona el 15 de octubre de 2001 y que hasta los 14 años simultaneaba nadar, jugar al fútbol (en el Nastic) y tocar el oboe hoy es campeón del mundo de 200 braza. Fue a esa edad cuando lo apostó todo a la natación. “Desde pequeño siempre he perseguido cosas grandes. Un gran paso fue irme a Estados Unidos con 19 años, pude nadar junto a gente como Leon Marchand y eso me dio confianza a nivel internacional”.

Para Carles el oro mundial ha sido sorpresa…pero no tanto. “ Pensaba que podía llegar pero no ahora a los 23 años, aunque en los últimos dos meses me veía con otra confianza. Leí un libro “The secret”, sobre la ley de la atracción, y me dije de probarlo. Lo hice en el Campeonato de España y batí todos los récords menos el de 200 braza. Para el Mundial hice lo mismo, me imaginé todo el proceso de la carrera, hasta cómo lo iba a celebrar y salió igual que lo había imaginado”.

El nuevo campeón del mundo nos cuenta cómo es un día en su vida

Me pongo la alarma cada día a la 5 y 5 de la mañana. A las 5’45 ya estoy dentro de la piscina. Hago hora y media de agua. Hay días que hacemos verdaderas burradas: 20 x 200 braza, 20 x 400 estilos…, hacemos 7000-800 metros. Suelen ser martes, jueves y sábados. Otros días hacemos sólo 600 metros pero son agónicos, de potencia máxima, como 10 metros a tope o nadamos con una cosas que tenemos que te cortan la circulación.

Luego desayuno muy potente: 1 chuletón con 4 huevos frutos. ¿Café? No, lo dejó sólo para cuando compito. Bebo agua o un batido que me hago de frutas y verduras.

A continuación voy a clase (estudio Public Health, una carrera relacionada con la biología con la que luego podría hacer medicina) y cuando salgo como ligero, un plato de pasta o simplemente un bol grande de frutas. A las 2 y media entro en el gimnasio, y hago una sesión muy completa de 90 minutos. ¡Y otra vez al agua para una segunda sesión también sobre hora y media!

Ceno en la propia Universidad. Muchísimo la verdad. Hay días que en total ingiero hasta 7000 calorías.

Luego para casa, me pongo con los deberes, y a las 9.30 intento estar ya metido en la cama que el despertador vuelve a sonar muy pronto.

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