A nadie se le olvida la gesta deportivo-mediática de Nike con su evento del 12 de octubre de 2019 en Viena ¿verdad? Eliud Kipchoge, con unas horrorosas pero efectivas zapatillas consiguió con el INEOS 159 Challenge lo que nadie hasta la fecha había pensado que sería posible, correr 42,195 km y que el reloj todavía no hubiera llegado a marcar 120 minutos desde el inicio. Aquel primer 'record' por debajo de las 2 horas, 20 segundos le sobraron, no fue homologado porque había demasiadas circunstancias diferentes a las que concurren en una prueba de maratón convencional, entre otras un camión por delante y una formación en V cuasi militar de atletas haciendo de liebre que se relevaban continuamente. Más adelante, el 25 de septiembre de 2022, conseguiría marcar 2:01:09 en Berlín, ya sin 'trampas' en forma de rebufo ni otras circunstancias especiales, con los pies sobre sus espectaculares (y feas...) Nike Alphafly 2. Quedaba demostrada la efectividad de las zapatillas con placa de carbono en la suela y con mucha más amortiguación de la que se llevaba hace unos años para vencer con honores a la distancia de Filípides.
¿Y ahora qué?
Under Armour, una marca de primer nivel, es desde hace tiempo una de las empresas consagradas al running, por eso nos extrañaba mucho que, habiendo desembarcado todos los grandes en el mercado de las placas de carbono, estos americanos se siguieran resistiendo a entrar al trapo. Sus propios atletas le pedían a la marca hace tiempo calzado para poder estar a la altura del resto.
Hasta 2017 el calzado de running para larga distancia era muy ligero, con un enfoque minimalista, escasa protección, confiándolo todo a la calidad muscular y articular del atleta. A partir de ese año comienza a cambiar el panorama con calzado más estructurado, de mayor amortiguación y se empieza a hablar de materiales reactivos que devuelvan de alguna forma esa energía del apoyo para que pueda ser utilizada como elemento propulsor. Under Armour creó espumas reactivas como su compuesto HOVR™, aumentó la capacidad de protección de sus suelas, innovó con el uso de sensores dentro del calzado pero en un momento en el que otras marcas empezaban a coquetear con las inserciones de carbono en sus suelas ellos se quedaron quietos.
Al habla con Doug Smiley
Tuvimos la oportunidad de hablar con Doug Smiley, Global Product Director de Under Armour, en la presentación a prensa que se hizo de sus nuevas Flow Velociti Elite en Portugal los pasados 14 y 15 de marzo y a nuestra pregunta de por qué habían tardado tanto en lanzar sus zapatillas con placa esto es lo que nos respondió.
"Analizamos exhaustivamente los beneficios que puede tener cada uno de nuestros productos para el deportista y no solo para el atleta de élite, también para el popular, que en el fondo es la masa que nos compra más y más se puede aprovechar de la posible ventaja de uno u otro diseño. Llevamos muchísimo tiempo dándole vueltas al tema de las placas de carbono para running, lo que más nos preocupaba era saber si esto era una corriente a largo plazo o una moda pasajera de pocos años y ahora ya sabemos con seguridad que es una tecnología que ha llegado para quedarse. Además nuestros propios atletas nos demandaban un calzado más competitivo. Estaban entrenando con las mejores técnicas, tenían los mejores tratamientos, periodizaciones para las competiciones casi perfectas y aún así estaban un poco por debajo del resto, y su calzado podía ser una de las causas. Ese fue quizá el punto de inflexión que más nos influyó a la hora de probar con el calzado con placa de carbono. Ya no podíamos esperar más, hicimos una potentísima inversión, investigaciones y los resultados no se hicieron esperar, Sharon Lokedi en su debut en la distancia ganó con autoridad en el Maratón de Nueva York sobre sus Flow Velociti Elite con placa de carbono, las mismas que habéis podido probar los periodistas en estos días aquí.
Así son las Under Armour Flow Velociti Elite
Las hemos usado a placer, y una de las primeras cosas que percibimos al ponernos estas 'súper zapatillas', como ellos mismos las llaman, es una gran sensación de naturalidad. No estás subido a unos zancos como parece con otras zapatillas con placa, con 39 mm en el talón y 31 mm en la puntera las Flow Velociti Elite son muy cómodas, tu talón no viaja muy alto y con ellas pisas seguro, ¡buen inicio! En ellas se ha priorizado notablemente la comodidad y se ha buscado hacerlas usables por una comunidad de corredores muy amplia, no solo corredores de elite, aunque se ha diseñado específicamente para ellos, para ganar carreras, a un popular que quiera 'darse caña', al más preocupado por el rendimiento también le sirven.
Otro aspecto en el que se ha incidido es disminuir la fatiga y evitar lesiones, y para ello no han escatimado en probar durante largo tiempo las zapatillas en corredores como los de los equipos Dark Sky Distance, Baltimore 800m y Baltimore Distance, que usaron las Flow Velociti en sus sesiones de entrenamiento y competiciones, la mejor forma de suministrar la información clave a los diseñadores. Una de las primeras conclusiones a la que llegaron es que no solo les permitía correr más rápido y someterse a más intensidad sino que además lo hacían acabando con menos fatiga muscular, todo un logro cuando otras marcas consiguen mejoras de rendimiento pero a costa de fatigar más al atleta. La prueba de fuego fueron los tres maratones de Jordan Tropf que corrió en Baltimore, Chicago y Boston tres días consecutivos con las Flow Velociti Elite a una media de 2h30'30" por carrera. Sus sensaciones el tercer día eran de una recuperación excepcional.
Todo cambia... a mejor
En ellas todo es nuevo pero quizá lo que más las diferencia sea su media suela con la capa superior hecha de espuma Bio Pebax muy ligera y de gran reactividad. En el extremo opuesto, la capa más baja, encontramos la espuma “supercritical” Flow de Under Armour, que además actúa como suela externa y contacta directamente con el suelo, algo que no deja de chocarnos cada vez que lo vemos, por su aparente fragilidad, pero que luego la práctica nos demuestra que su resultado tanto en resistencia como en agarre es muy bueno. ¿Y por qué prescinde Under Armour de una suela exterior clásica de goma o de un compuesto más denso? Lo primero por aligerar, permite eliminar unos cuantos gramos en un punto crítico, pero también para que el contacto con el suelo sea más suave y más silencioso.
La tercera capa es una plantilla extraíble muy fina y ligera fabricada en TPE que le da una mayor reactividad y elasticidad a la pisada. Debajo está el Bio Pebax, con una peculiar construcción con bolitas que nos recuerda a otros materiales reactivos del mercado muy populares.
La placa de carbono va incrustada en la media suela, su longitud es completa y se comprime con tus zancadas para devolverte la energía cuando el pie despega, como un resorte.
El upper WARP 2.0 es de un tejido muy fino, mejora la transpirabilidad y contribuye a la ligereza del conjunto. Es un tejido muy liviano, traslúcido. La lengüeta es también mínima y ligera. En la presentación nos explicaron el detalle de su construcción, para ahorrar gramos y a la vez ganar en amortiguación.
El collar de entrada del pie está muy bien acolchado lo que contribuye a la sensación de comodidad ya desde la primera puesta. Under Armour con estas nuevas zapatillas ha buscado dotar a la elite del calzado que necesita para ganar maratones, el que le estaban demandando sus atletas, con su placa de carbono completa para aprovechar al máximo la energía de cada zancada, y por el camino ha recogido las inquietudes del popular que quiere quitarle unos segundos a su 'Personal Best' en casi cualquier distancia, un enfoque interesante y algo diferente al de otras marcas.
Si quieres un punto de vista más técnico de un corredor experto de verdad lee aquí lo que nos cuenta mi compañero Javi Moro de la revista CORREDOR sobre las Flow Velociti Elite.
Drop: 8 mm
Peso en talla 8 USA: 205 g
Precio recomendado: 250 €
Ya puedes conseguir las Under Armour Flow Velociti Elite, puestas a la venta el día 7 de abril.