Saltos más seguros: la innovación que busca reducir lesiones en el CrossFit
Dentro del CrossFit y el entrenamiento funcional, los saltos pliométricos son uno de los ejercicios estrella, pero también uno de los más peligrosos.
En boxes de todo el mundo son frecuentes las lesiones derivadas de este movimiento: contusiones en las espinillas al golpear con el cajón, esguinces de tobillo por una mala recepción, o molestias articulares acumuladas en rodillas y caderas.
Preparadores físicos coinciden en que la prevención no depende únicamente de la técnica del atleta. El equipamiento juega un papel clave.
Una superficie demasiado rígida, pesada o poco estable puede aumentar el riesgo, especialmente en entrenamientos colectivos con alta rotación y fatiga acumulada. De ahí que cada vez más centros apuesten por materiales diseñados para absorber mejor los impactos y ofrecer más ergonomía.
En los últimos meses ha surgido una apuesta innovadora en los cajones pliométricos: la introducción del polipropileno expandido. Este material, ya utilizado en sectores como automoción o la medicina por su ligereza y resistencia, empieza a aplicarse en el deporte para ofrecer superficies más seguras y fáciles de mover dentro de un box.
Un ejemplo es el EPP Plyo Box de KINNX, un cajón fabricado en Europa que pesa solo 8,4 kilos y está diseñado para reducir el ruido, absorber los impactos y minimizar los clásicos golpes en las tibias.
Su superficie antimicrobiana, pensada para entornos de alta rotación, y su durabilidad lo sitúan como una alternativa a los modelos de madera tradicionales.
Este tipo de innovaciones buscan marcar un nuevo estándar en el CrossFit. Más allá de la fuerza o la técnica, la calidad del material con el que se entrena puede ser la diferencia entre un salto exitoso y una lesión que deje al atleta semanas fuera de juego.