No te será difícil convencerle de que se ponga el casco a un niño para montar en bici, sobre todo si te ve a ti con él. Los niños siempre quieren parecerse a sus papás. Pero es importante que se lo coloques bien: Un error clásico es dejar la frente al descubierto.
El casco de bici está diseñado para ir colocado horizontal, dejando libres apenas un par de centímetros de frente. Las correas deben ir con tensión suficiente como para que se sujete bien sin oprimir en el cuello y la pieza plástica donde confluyen la delantera y la trasera ha de quedar justo debajo de la oreja.