La natación no es efectiva para mejorar la densidad ósea y prevenir la osteoporosis porque es un ejercicio de bajo impacto que se realiza en el agua, en ausencia de gravedad, lo que reduce la carga sobre los huesos, articulaciones y músculos.
¿Por qué la natación no ayuda a mejorar la densidad ósea y prevenir la osteoporosis?
- Falta de carga mecánica: Los huesos necesitan impacto o resistencia (como correr o levantar pesas) para estimular la formación ósea. En el agua, el cuerpo flota y no soporta su propio peso.
- Menor estrés gravitacional: La gravedad juega un papel clave en la estimulación ósea. Al estar sumergido, la gravedad afecta menos al esqueleto, reduciendo la señal para fortalecer los huesos.
- Menor impacto en articulaciones y huesos: Aunque es excelente para las articulaciones y la musculatura, la natación no genera la misma respuesta en la densidad ósea que ejercicios como el entrenamiento con pesas, correr o saltar.
¿Qué hacer para fortalecer los huesos?
Para mejorar la densidad ósea, es mejor complementar la natación con:
- Entrenamiento de fuerza (pesas, bandas elásticas, ejercicios con el propio peso)
- Ejercicios con impacto (caminar, correr, saltar, bailar)
- Calcio y vitamina D (lácteos, sardinas, almendras, exposición solar)
En conclusión: La natación es excelente para la salud cardiovascular y muscular, pero debe combinarse con ejercicios de impacto o resistencia para prevenir la osteoporosis.