Trabajar la musculatura de la zona inferior del abdomen siempre ha sido complicado. En la búsqueda de una mayor implicación de los músculos de esta región y de forma errónea, se realizan ejercicios contraproducentes para la salud de nuestra espalda. Siempre hemos pensado que este tipo de abdominales lograban una mayor activación de esta parte del cuerpo, algo que no es del todo cierto ya que la musculatura del abdomen está formada por tejido muscular esquelético que se orienta en diferentes direcciones, lo que hace pensar que tengamos diferentes tipos de abdominales pero en realidad son un único grupo muscular dividido en zonas. Los diferentes ejercicios pueden incidir más en una u otra zona pero siempre repercuten a todo el grupo muscular. Es importante vigilar la zona lumbar cuando realizamos abdominales, ya que esta región de la espalda acumula excesiva tensión a lo largo del día y nuestro objetivo primordial debería ser el de fortalecerla en lugar de sobrecargarla con ejercicios desaconsejados.
Abdominales de la región inferior
Este tipo de ejercicios se suele realizar boca arriba, con las extremidades inferiores extendidas. En esa posición, el psoas actúa traccionando y generando una hiperlordosis lumbar. Sin embargo, si flexionamos las piernas el psoas se relaja y la curvatura lumbar se reduce debido a la retroversión de la pelvis. Es importante tener esto en cuenta a la hora de programar nuestro entrenamiento.
Abdominales que enfatizan el trabajo en la región inferior del abdomen
Este tipo de ejercicios comprometen doblemente nuestra salud ya que afecta negativamente tanto a la región lumbar como a los hombros, debido a que tienen que soportar una carga excesiva en una posición antinatural y demasiado forzada.
Al eliminar el apoyo dorsal, la espalda y los hombros tienen mayor libertad de movimientos y adoptan una posición mucho más natural. Además, sin apoyos el ejercicio se enriquece ya que es tu propia zona core la que equilibra el cuerpo, haciendo así que el ejercicio sea más eficaz e intenso. Haz 10 repeticiones y pasa al siguiente ejercicio.
Al obtener un apoyo, es fácil recurrir a un movimiento demasiado amplio, haciendo que al finalizar del mismo la región lumbar se vea comprometida, acentuándose la lordosis natural de la espalda de forma negativa.
Para contrarrestar al ejercicio anterior y seguir obteniendo beneficios, solo tienes que hacer que una de las rodillas se flexione haciendo que el gesto sea unilateral.
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Otras alternativas saludables y eficaces para trabajar esta zona del abdomen
- Encogimientos en suspensión:
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Runner sobre fitball:
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Extensión de brazo y pierna contraria con goma:
- Escaladores con goma: