Sí, ya sé que alguno la consideráis como zapatilla mixta, que New Balance tiene otras dos excelentes zapatillas con el apellido RC (1400-1600) y no se cuantos etcéteras más, pero como soy yo el que escribe y soy yo el que está con el babero puesto, con estas zapatillas no me resisto. Para ir poniéndote en situación o más bien para desconcertarte, te diré que su perfil marca nada más y nada menos que 23/17 mm lo cual quiere decir que su talón es solo un milímetro más bajo que el de por ejemplo una Mizuno Rider y su zona delantera está a medio camino entre los 13 de una Adizero Adios y los 22 de una Asics Cumulus.
Así vista, desde luego que la Zante no parece estar planteada para volar mucho que digamos, pero, aun teniendo una generosísima amortiguación gracias a ese alto perfil de Fresh Foam, novedoso material de New Balance que a base de jugar con la geometría consigue altas dosis de ligereza y estabilidad, la Zante te pide guerra desde el metro uno.
El tacto de la amortiguación es cómodo, de lo mejor de hecho, pero una horma bastante curvada te pide a gritos puntear y elevar el ritmo. El tacto es blando, pero el recorrido es corto, lo que favorece una transmisión de la fuerza directa y seca.
La zapatilla, aun careciendo de piezas rígidas, es muy estable gracias al mencionado Fresh Foam. Su horma es algo estrecha y compensada con un upper muy cómodo en el que prácticamente no hay costuras si bien la sujeción es otro de sus puntos fuertes. La suela se desenvuelve muy bien a pesar de ser prácticamente lisa.
Indicada para corredores expertos en distancias más largas o corredores noveles en busca de sensaciones de zapatilla ultraligera pero manteniendo las prestaciones de una mixta.
Peso: 214 gramos
PVP: 120 €